¿Por qué soy Director de Hotel, si siempre he trabajado como Consultor Interno? DOS

Peripecia formativa de un Director de Hotel.

El contenido de este post, ha sido un comentario en respuesta a las dudas sobre los estudios de turismo, de estudiantes y graduados en busca de una oportunidad, los comentarios en distintos post sobre el mismo tema me ha dado la idea de que podría ser el inicio de una serie de post sobre la figura del Director de Hotel.

Para que veáis que no han cambiado mucho las cosas, os cuento mi propia peripecia formativa, empiezo a trabajar en el año 50 en un establecimiento familiar, en mi Cantabria natal, en el que voy practicando y aprendiendo como barman, camarero y cocinero, simultaneando con los estudios de Peritaje Mercantil, en el 55 en que mi familia se traslada a Madrid, trabajo en distintos establecimientos alcanzando los niveles de Encargado de Cafetería, Maître d'Hotel y hago mis pinitos en cocina, en el año 60 solicito una beca de la organización sindical para ingresar en la Escuela Sindical Superior de Hostelería de Madrid, aprobando el ingreso, al que tengo que renunciar por motivos familiares, ingresando posteriormente en el año 61, en la especialidad de Gerencia Hotelera.

Mi idea en aquellos momentos, es que antes o después va a ser necesaria una titulación para alcanzar puestos de responsabilidad en la hostelería.

Dada mi formación previa, y que a mis 25 años, estoy compartiendo estudios con muchachos mucho mas jóvenes y en la mayor parte de casos sin formación previa de la profesión, consigo que me permitan hacer dos cursos en uno, y poder acudir a las clases prácticas de cocina, en lugar de a las de gerencia, obteniendo el diploma de Gerencia con los alumnos de la tercera promoción de la Escuela en 1963. Empezando el tercer curso de cocina, dado que la beca que me habían concedido cubría los tres años de estudios.

Empezado tercero de cocina, me ofrecen un trabajo de ayudante de cocina en el Hotel Midland de Manchester, establecimiento de lujo de la British Transport, aceptando dicha oferta en la idea de que podría serme mas útil ese trabajo, que terminar cocina en la escuela, una vez que ya tengo el diploma de gerencia, que era el que entendía podría precisar el día de mañana, y mi deseo de ampliar formación en cocina, era como complemento formativo para poder llegar a ser un buen Director de Hotel.

Una vez salido de la Escuela, verifico que lo que verdaderamente me es valioso, es el bagaje profesional anterior, en la Escuela solamente he aprendido una cosa importante, tengo que seguir formándome en toda clase de teorías y herramientas de gestión, que en las Escuelas ni siquiera se conocen, y verifico que los profesionales del sector no dan muchas oportunidades a los alumnos de la escuela de hostelería, porque ven en ellos un peligro para su futuro, al considerar que puedan llegar a estar mas capacitados que ellos mismos.

Tras tres años de trabajo en Inglaterra e Irlanda regreso a España, y después de un primer contrato como Maître d'Hotel en un restaurante de Marbella, seguido de otro como Jefe de Sector en el Hotel Atalaya Park, tengo la oportunidad de trabajar en la administración de la lavandería de la Base conjunta de Torrejón de Ardoz, en aquellos momentos la mayor lavandería de Europa, ya que en ella se trata la ropa de todos los centros militares de los americanos en España, y el de la mayor parte de las bases americanas en Francia, que en aquellos momentos se están desmantelando, el esquema de organización y control de aquel servicio fue una excelente experiencia, desde ese puesto consigo el traslado al Central Accounting Office de la base, donde me especializan en los sistemas de control de todos los servicios relacionados con la hostelería, hotel de transeuntes, clubs de oficiales y suboficiales, Rod & Gun Club, así como de los servicios de wellfare existentes para los militares y el personal americano.

Dejo ese trabajo para ingresar en el Programa de Promoción Profesional Obrera, (antiguo PPO) como monitor de Restaurante y Bar, que es la especialidad en que considero estoy verdaderamente preparado, y al terminar el curso de capacitación como formador, me destinan a inaugurar el Hotel Escuela de Marbella, donde el Director del mismo, me informa que me tengo que encargar de los cursos de recepción y administración, y que además, me responsabiliza en la parte comercial del Hotel Escuela de las compras y de la Intervención del mismo.

Pueden considerar mi estupor, ya que no me considero preparado para tanta responsabilidad, creo que soy muy bueno como barman o camarero, que puedo defenderme en una cocina, pero no suficientemente preparado para la labor que me encomienda.

Todavía recuerdo con agradecimiento las palabras de Leonardo Llorente Esteban, primer Director del Hotel Escuela, y posterior Director Gerente del celebre Puerto Banus de Marbella, persona a la que considero como uno de mis mejores amigos: "Miguel Angel, tu no tienes ni idea de para que estas preparado, así que vas a hacer lo que yo te diga."

Y allí formando durante tres años a futuros recepcionistas, empecé a darme cuenta de mi preparación para la dirección, a la que accedí en 1969, tras mi primer trabajo como consultor, inaugurando con gran éxito un hotel de tres estrellas en Galicia, utilizando todas las herramientas de gestión que había ido creando y aprendido a manejar gracias a los problemas que durante tres años me habían creado mis alumnos. La estrategia que como consultor y primer director, de aquel hotel, definí para su puesta en marcha, fue todo un éxito, logrando que dicho establecimiento obtuviese beneficios desde su primer año de explotación.

Desde aquel momento, he dirigido establecimientos independientes o de pequeñas cadenas hoteleras como Director General, en Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid, Islas Baleares e Islas Canarias, mejorando en todos los casos, la comercialización y resultados económicos de los establecimientos bajo mi responsabilidad.

Cuando digo, mejorando la comercialización, no me refiero a aumentar los niveles de ocupación, que en alguno de los establecimientos que pase a dirigir, era prácticamente imposible, sin hacer una ampliación del establecimiento, sino a aumentar muy sensiblemente los beneficios de dichos establecimientos, aun con menores niveles de ocupación, al ir sustituyendo los clientes menos productivos por otros de mayor productividad, aun cuando lo fuesen en menor número.

En ninguno de los casos requerí, a las empresas que pasaba a dirigir, para hacer nuevas inversiones, antes de demostrar que mi gestión funcionaba, y que las inversiones que podían ser necesarias para mejorar aun mas, los beneficios, podrían ser amortizadas con una parte de la mejora de resultados obtenidos.

Y ahora jubilado, comparto mis experiencias y sigo aprendiendo de las vuestras, así que no desmayéis, y de todo lo que os escribamos en el blog, cuando algo en el terreno teórico lo veáis muy fácil, no os lo creáis, ponerlo vuestros propios filtros, ser sumamente auto críticos, para que a la vista de vuestros propios fallos, y admitidos éstos, no tengáis reparo en ser críticos con los de los demás.

No permitáis que puedan daros "gato por liebre", aprovechar nuestras experiencias, pero de forma que puedan ser útiles en las circunstancias que os toque vivir, y si alguien os dice que hay una herramienta que puede solucionar todos vuestros problemas de gestión, no lo creáis, una industria tan multidisciplinar como el turismo, necesita un análisis permanente de procesos muy complejos, en los que cualquier pequeño fallo, en cualquier departamento, echa por tierra la estrategia mejor diseñada.

Hasta donde podáis, tratar de trasladar a nuestra hermosa lengua castellana, tantos extranjerismos, como utilizamos en un absurdo afán de modernidad, y de que nos vean mas "in", cuando no se tiene mucha seguridad en los propios conocimientos de un determinado tema, no hay nada mas convincente que incluir unas cuantas siglas de múltiple interpretación, añádele algún que otro término anglosajón y habrás alcanzado la cumbre de la credibilidad, hasta que tengas que demostrar que sabes de que hablas, y caigas en el mas profundo de los ridículos.

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