Utopía o alternativa para una economia en crisis.- TRES
12 marzo, 2010 (09:43:12)INTRODUCCIÓN Y BASE MOTIVACIONAL (parte segunda)
Viene de: “Utopía o alternativa para una economía en crisis”. DOS
INTRODUCCIÓN Y BASE MOTIVACIONAL (parte primera)
El comienzo de mi actividad como consultor y director de hotel, me obliga a relegar la idea a segundo término, por cuanto el trabajo de dirección, me resulta totalmente absorbente.
Desde esta nueva posición, sigo viendo los problemas, ahora con una mayor mentalidad empresarial, y considero importante no dejar aquella primera idea dormida, y busco los caminos que puedan hacerla viable, encontrando la primera chispa que me inclina hacia el COOPERATIVISMO durante los años pasados en la dirección del Hotel Formigal, es allí donde conozco a uno de mis mejores amigos de aquella época José Ceballos Camacho, gran enamorado del movimiento cooperativista, con el que charlo muchas horas, sobre todo en los largos días de las bajas temporadas. A través de este amigo me voy empapando de conocimientos sobre cooperativismo, voy obteniendo información que antes no conocía, y empiezo a darme cuenta del enorme potencial que en el cooperativismo se puede encontrar; en definitiva, con todos los inconvenientes que el mismo pueda tener, lo considero como el camino más viable para poner en marcha una idea que lleva dentro de mi doce años, y que me ha ocupado innumerables horas de trabajo.
Una vez clara la idea del Cooperativismo como solución al problema que me he planteado, de crear una sociedad que permita prestigiar el mundo del trabajo de la hostelería y el turismo, intento hacerme con la mayor cantidad de documentación posible sobre el tema, documentarme sobre posibles antecedentes en este campo de otros países, y obtengo algunos ejemplares de estatutos de Cooperativas, Reglamentos de Régimen Interior, etc., escribo en 1.976 a D. Livio Malfettani del Centro Turístico Cooperativo y de la Confederación Cooperativa Italiana quién me envía los Estatutos del Centro Turístico Cooperativo de Italia, que si bien no se ajusta al tipo de cooperativa en que he pensado, si me es útil, por cuanto me permite ir contrastando algunas ideas, así, con estos antecedentes y teniendo en consideración las experiencias que en el campo cooperativo, se han llevado a efecto en nuestro país, me fijo especialmente en las ideas que han impregnado todo el ideario creador de la Cooperativa ULGOR, a la que considero el ejemplo más claro a seguir en este país, y me pongo nuevamente a trabajar con máximo entusiasmo en esta idea.
Tengo algunas reuniones en Madrid con algunos compañeros, antiguos alumnos de la Escuela de Hostelería a los que gusta la idea, pero tropezamos con el problema básico, la mayoría de ellos, tienen más o menos resuelto su problema laboral en ese momento, y ven las dificultades que la puesta en marcha significan, sobre todo a nivel de captación de los socios de más baja cualificación, hay sobre todo en la mente de cada uno de los reunidos, una dificultad básica, el conseguir la credibilidad necesaria para que la gente pueda admitir la idea de la creación de esta cooperativa, sobre todo visto desde los niveles más bajos de la escala profesional, limpiadoras, freganchines, ayudantes en general; estas dificultades, junto al hecho de tener resuelto el propio problema, hace que aún poniendo cierto entusiasmo en admitir la idea, no apliquen dicho entusiasmo a la puesta en marcha de la misma, y así una vez más, queda parada la idea en su periodo de gestación.
En este momento de “impase” es el verano de 1.976; en el transcurso de las IX Jornadas Informativas de Medios de Comunicación, organizados por el Centro Nacional de Educación Cooperativa. El Presidente de la Federación Provincial de Cooperativas de Málaga, provincia en la que se están celebrando dichas jornadas, saca a relucir en un momento de fuerte crisis sectorial del turismo, la idea de que “como solución extrema de algunas empresas e industrias que van mal, el convertirse en cooperativas, haciéndose cargo de la explotación los propios trabajadores que pasan a convertirse en propietarios.”
Estas frases entresacadas del Editur del 23 de Julio de 1.976 en el “Flash de la Costa del Sol” tuvo la propiedad de inquietarme, por cuanto si la mayor dificultad que encontraban mis compañeros, para convencer de las ventajas del sistema cooperativo, era el de credibilidad por parte de los posible beneficiarios de dicho sistema, debiendo superar la crisis de fiabilidad no solo en el sistema y las personas, sino también en los estudios de viabilidad económica; la idea de utilizar el cooperativismo como solución extrema de empresas e industrias que van mal, no sería el mejor camino para conseguir dicha credibilidad.
Cualquiera puede pensar que es más fácil, que esas industrias y empresas, si estaban mal concebidas y mal estructuradas, sigan funcionado mal, aún cuando los trabajadores se conviertan en propietarios de las mismas, siendo la creación de una cooperativa en esas condiciones, solamente una forma de sacar adelante a un capitalista, que habiendo creado algo insalvable, puede terminar hasta ganando dinero en último extremo, traspasando sus cargas al explotado mundo laboral.
¿Cómo es posible, que una empresa que va mal, pueda corregir su mala marcha, por hacer a los trabajadores propietarios de la misma? ¿Podemos pensar que por hacer a los trabajadores responsables de las deudas de la empresa, empeñándoles por encima de sus posibilidades; hemos encontrado la fórmula mágica que haga que algo que no tenía salvación, pueda salvarse?.
Mi pensamiento es que en ese caso, solo habremos conseguido retardar en algunos meses, en el mejor de los casos, la quiebra o la suspensión de pagos de la empresa, pero con el agravante de haber hecho responsables de la misma, a quienes no habían hecho nada para llegar a esta situación; salvando al capitalista que creó el problema, y que cuando no ve otra solución, intenta traspasar problemas y responsabilidades a quienes lo único que han hecho es obedecer órdenes y defender su puesto de trabajo, no siendo por tanto culpables directos de la situación a que haya podido llegar la empresa.
Podemos estar de acuerdo en que el cooperativismo es la solución ideal en este momento para nuestros problemas, pero ha de ser nuestro cooperativismo, el que con las ayudas que de los organismos oficiales solicitemos para financiar nuestras empresas cooperativas, el que con los créditos que tras adecuados estudios financieros y económicos podamos concertar con bancos y cajas de ahorros, o con propietarios de establecimientos que estemos interesados en absorber, pero en ningún caso debe ser el cooperativismo la solución extrema de algunas empresas e industrias que vayan mal.
Siento un gran respeto por quienes con valor y sentido de la oportunidad, supieron aprovechar las circunstancias coyunturales, circunstancias que les han permitido alzar sus industrias; sus propiedades bien ganadas las tienen, pero sus deudas y problemas también; basados en la facilidad coyuntural que se les presentó, muchos de ellos no se preocuparon de sanear sus industrias financieramente, no se preocuparon de vender su producto, dejándose comprar a cualquier precio, porque a base de sueldos bajos, era rentable no realizar esfuerzos; y así, en los años del propio “boom” y desde luego a partir de la crisis comenzada en 1.973, muchos han sucumbido, y otros están en mala posición para seguir al frente de sus industrias; no es éste el momento para hacer a los trabajadores propietarios de industrias en práctica situación de quiebra, si de que éstos se hagan conscientes del momento crítico que vive el país, y se sacrifiquen, pero no, una vez más, para capitalizar intereses ajenos a los suyos propios; sino para capitalizar sus propios puestos de trabajo, en aquellas industrias y establecimientos, y sobre todo en aquellos lugares que adecuados estudios económicos y financieros, les garanticen con total seguridad una adecuada rentabilidad a sus inversiones y a su trabajo.
Por todo ello pretendo crear una cooperativa, en la que cada trabajador, sea participe en la propiedad y en los resultados en la exacta medida que su aportación de esfuerzo, técnica y capital signifiquen en los resultados de la empresa; en esta Cooperativa se pretende una continua e integral formación de los socios, para que a través de futuras ampliaciones se pueda conseguir una constante promoción de todos los asociados.
Esta presentación se escribe por primera vez a lo largo de los años setenta, como consecuencia de las gestiones realizadas en aquellos momentos, desde entonces ha habido una fuerte evolución en el desarrollo social y económico de España, quienes hayan seguido mi blog en Hosteltur, posiblemente sean conocedores de mi falta de confianza en las ayudas y subvenciones procedentes de la Administración, si éstas condicionan de alguna manera la libertad empresarial con condicionantes que puedan dificultar la rentabilidad de las inversiones a realizar, por lo que considero más importante lo que indiquen los estudios de viabilidad económica, que la posibilidad de la obtención de ayudas o subvenciones, no descartando en estos momentos la posibilidad de cambio del modelo cooperativo, para poder crear la empresa bajo otra figura jurídica, como pudiera ser la de Sociedad Anónima Laboral o Sociedad Anónima de acuerdo con las ventajas que se puedan encontrar en cada una de esas figuras para la creación de esta empresa, en el momento actual.
Continuaremos esta presentación con el post titulado: “Utopía o alternativa para una economía en crisis”. CUATRO
ANALISIS Y PREVISIONES CONSIDERADAS PARA LA PUESTA EN MARCHA DE ESTE PROYECTO
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INDICE DE POST DE MIGUEL ANGEL
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