Las tres etapas de la relación Director de Hotel - Empresa
10 mayo, 2009 (12:36:53)Las tres etapas de la relación Director de Hotel – Empresa
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Estoy tratando de crear una serie de post sobre la figura del Director de Hotel, pero las interesantes aportaciones que en post y comentarios que sobre los mismos van saliendo, condicionan en mas de un caso el contenido y el orden en que pudiera ser interesante que aparecieran, así nace este nuevo post, que no estaba previsto en el guión original de lo que para mi representa la figura del Director de Hotel.
El gran problema, expresado por todos de forma contundente, pero sin reconocerlo en la práctica, es que el Director de Hotel ha prácticamente desaparecido de la industria, para ser sustituido por híbridos de empresario, licenciado en económicas, empresariales o derecho, técnico de marketing, revenue manager, diplomado, licenciado, psicólogo, cuando no la señora, la amante, los hijos, los sobrinos, los amigos, etc., del empresario, del consejero delegado, del Director General, del pelota de turno, y bla, bla, bla,….,
Normalmente hay dos situaciones en las que a alguien le ofrecen la dirección de un hotel:
EN LA PRIMERA una empresa construye o compra un hotel, sin experiencia en el sector y piensa que necesita un profesional que lo dirija, normalmente hará una selección por medio de una acreditada empresa de RRHH y seleccionará un Director con criterios mas o menos acertados del responsable de dicha selección.
Lo normal es que le ofrezcan un contrato por dos o tres años, con un periodo de prueba “X” y unas determinadas condiciones salariales, partiendo de una primera posición de fuerza de la empresa, en una negociación que marca la primera imagen de la capacidad de la persona que van a contratar.
Dada la situación del mercado de directivos hoteleros, en ese momento el posible futuro “Director de Hotel” comete el primer error, que nunca le va a permitir ejercer el cargo para el que se supone que va a ser contratado, al aceptar una negociación en términos de ventaja para su contrario “la empresa”.
A mi juicio, y según sea su capacidad real, y no supuesta, como gestor, en ese momento, tendría que hacer sentir al empresario que pretende contratarle, que es él, quien le necesita, y que puede negociar una duración mas o menos larga de la vinculación, pero en ningún caso es negociable el periodo de prueba que pretende la empresa, porque quién estará en periodo de prueba es la empresa, hasta que demuestre poner en juego los medios necesarios para el logro de los objetivos que puedan haber sido propuestos, y que debiera ser la primera fase de la negociación, saber que es lo que la empresa espera de él. Y es aquí donde entra en juego lo que señalo al principio de este párrafo, cual es la capacidad real como gestor, de quien se postula para ocupar el puesto de Director.
En este momento entra en juego lo que psicológicamente es importante:
¿El aspirante a Director, busca y necesita que el empresario le de una oportunidad? o es el empresario ¿El que necesita que el Director que desea contratar le ofrezca una oportunidad, poniéndose a su servicio?
Dependiendo de como se desarrolle, esta negociación y al final que se llegue, aparecerá o no la figura de un Director de Hotel.
EN LA SEGUNDA:
Se trata del hotel de una Cadena Hotelera o un empresario que pretenden llevar las riendas del negocio, y aunque ofrece un puesto de Director de Hotel, lo que verdaderamente se busca es un miembro “staff” al que responsabilizar de los errores de quienes verdaderamente van a dirigir el establecimiento, y al que como parte del sueldo, por asumir los errores de sus superiores van a premiar con un título que no le van a permitir ejercer.
En este caso, no hay alternativas negociadoras, si no se tienen otras alternativas y lo que se busca es que le titulen Director aunque se sea un “mandado”, se acepta el puesto, y se aguanta con lo que venga.
Si tienes otras alternativas, agradeces y desestimas la oferta, si verdaderamente aspirabas a ser Director. Porque en este caso amigo mío, podrás tener título, pero no tendrás cargo.
Lo hasta el momento señalado nos lleva a
Las tres etapas de la relación Director de Hotel – Empresa
Mi experiencia en la dirección me ha hecho darme cuenta de que el Director de Hotel, cuando accede a ese puesto por que la empresa le necesita, es decir la empresa busca un Director para que dirija, no para dirigirle, tiene tres etapas básicas:
La primera que dura seis meses a un año, es en esa etapa, que el Director se la juega, puede y debe hacer lo que quiera, porque le van a respetar, solo tiene un problema, no puede equivocarse lo mas mínimo, en los tres primeros meses le costará el puesto a la menor equivocación, y si acierta podrá seguir actuando como Director.
En la segunda etapa, que puede empezar entre los seis meses y el año de haber iniciado su andadura como Director, el empresario si ve que las cosas van funcionando, pierde el miedo a la situación que le obligó a contratar a ese Director, y trata de tomar las riendas de su negocio.
En este momento el Director se la vuelve a jugar, si cede ante las presiones del empresario, deja de ser el DIRECTOR, y empieza a perder capacidad de gestión, teniendo que ir asumiendo directrices, que normalmente van a incidir negativamente en su cuenta de resultados.
Resultado: dos o tres años de problemas hasta que el empresario considere que ya no lo necesita y busque la manera de despedirle.
Si en el momento de inicio de la segunda etapa, el DIRECTOR defiende su posición frente al empresario que todavía le respeta, puede tener éxito y seguir siendo el DIRECTOR, o tiene que presentar la dimisión y su continuidad al frente del establecimiento va a depender mas de la forma en que lo plantee, y el orgullo del empresario, que de magnitudes económicas.
El paso a la etapa tercera desde la posición de cesión de sus responsabilidades en la segunda etapa, lleva a la desaparición de la figura del DIRECTOR para dar paso a un profesional amargado, carente de capacidad para gestionar el establecimiento al que fué llamado a dirigir, y sometido a los caprichos de los propietarios "pues debe asumir que el empresario y la esposa de éste, sus hijos, etc. son los que tienen la última palabra."
Afortunadamente, nunca me he visto en esa situación, porque mientras he sido el Director de un Hotel, la propiedad siempre ha tenido la primera palabra, aquella en la que se toman los acuerdos y se aprueban los objetivos, a partir de ese momento, pasa a ser MI HOTEL, mientras mantenga la confianza de ese propietario, y la última palabra siempre ha sido la mía, aunque esa palabra, dirigida con todo respeto a quién me había contratado, haya sido:
Por favor, prepáreme la liquidación"
Probablemente esa sea la causa de haber adquirido tanta y tan variada experiencia, en la dirección hotelera.
Si le ha interesado el contenido de este post, puede encontrar mas temas de interés por medio del INDICE de mis post en:
INDICE DE POST DE MIGUEL ANGEL
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