Ramadán y hostelería.
10 agosto, 2010 (11:18:06)El 11 de agosto empieza el Ramadán. Un periodo de 29 días aproximadamente, en el que los musulmanes de todo el mundo ayunan desde que sale el sol hasta su ocaso. Ayuno absoluto. Ni comida, ni agua. Repito, casi durante 30 dias seguidos.
Hay muchos musulmanes trabajando en la hosteleria y en la restauración, pero no sólo en este sector.
Leo que los empresarios de la fruta de Lleida estan en alerta, porque el Ramadán coincidirá con el inicio de la recogida de la pera blanquilla y de parte de la cosecha de melocotones. Ante este hecho "las entidades religiosas que agrupan a estos fieles piden que empresarios y trabajadores apliquen flexibilidad horaria y sentido común".
Josep Cabré, de Unió de Pagesos (UP), comenta que los horarios de recogida los marca la maduración de la fruta, y que la jornada empieza a las siete y media de la mañana, y a las nueve el calor ya aprieta.
El sindicato Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) se plantearon que "los musulmanes se comprometieran por escrito a responsabilizarse de lo que les ocurra, pero tras una consulta legal vimos que la responsabilidad es siempre del empresario».
Por otro lado, en otro periódico "se espera que el Ramadán no influirá en el trabajo de los inmigrantes" aunque reconocen "posibles incidencias en el sector de la hostelería, sobre todo para las mujeres que están en cocina y soportan temperaturas altas sin tomar nada de líquido".
Explica el presidente de la Asociación de Trabajadores Marroquíes en España de Toledo (Atime Toledo), Mohamed Rouif que “Hay gente que se ha cogido las vacaciones durante ese mes para que no exista “enfrentamiento”. Otros aguantan como pueden el mes porque no tienen vacaciones, y hay un tercer grupo que ha pedido jornada continuada en el puesto de trabajo teniendo en cuenta que la hora de la comida no la realizan. Y todo ello para que no se note durante ese mes que estamos en Ramadán”.
En mi caso, me hace sufrir ver la progresiva debilitación de la única persona que realiza el Ramadán. Un estupendo compañero de trabajo, que me es indispensable. No hay queja ninguna durante los 30 días que dura su ayuno voluntario.
Tampoco este post busca polémica, pero sí que leyendo ambos artículos se desprenden situaciones muy muy complicadas de sobrellevar.
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