Si hay cipreses, hoy comemos
3 abril, 2010 (09:14:41)Un ciprés es símbolo de bienvenida.
Dicen también que los cipreses son la cara amable de la muerte, que dan la bienvenida a las ánimas que se han liberado del cuerpo.
La costumbre viene de los romanos: los romanos plantaban cipreses para dar la bienvenida al viajero. Dos cipreses indicaban que la hospitalidad de la casa les ofrecia comida y cama durante unos días.
Entre los antiguos y la gente de los pueblos aún, la hospitalidad se considera como una de las grandes virtudes y un deber ejercerla con los extranjeros, viajeros y desconocidos. Segun Wikipedia: "los que habian sido huéspedes, quedaban sólo por este hecho obligados a socorrerse mutuamente y este deber, pasaba a la posteridad" . Actualmente, ha pasado a ser un ejercicio oneroso y sin retorno?
Me pregunto si "Camas y cocina para pocos" es la consecuencia lógica del siglo XXI del ejercicio de la hospitalidad. Si es necesario transformar este ejercicio en una red exótica a lo Wow Factor o a la Sensografía Gastronómica. O más bien, mirar hacia atrás. Hacia las Fiestas Hanami.
Por qué el ciprés y no otro árbol. Porque su madera resiste y dura en el tiempo. Y también porque dicen, que su altura conecta la tierra con el cielo.
El tema es que no sé si esta es la mejor forma de que a los habituales valores históricos o artísticos se le sumen este tipo de valores emocionales. No sé si responderia a un concepto más abierto de patrimonio común, que es a lo que al fin y al cabo debe responder el turismo y la hospitalidad, no manipular demasiado el paisaje, sonidos, recuerdos y tradiciones.
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