LA EMPATIA CULTURAL II. El gran obstáculo del hotelero expatriado: el supermercado.
30 enero, 2014 (05:34:41)La movilidad laboral internacional está de actualidad por tres razones:
- El afán natural de algunas personas por explorar y vivir experiencias diferentes a las de su país de origen;
- El alto grado de preparación de la actual generación de nuevos hoteleros;
- La negativa situación económica que conduce a la emigración económica.
De acuerdo con la duración del contrato laboral del expatriado se dán dos situaciones totalmente distintas en cuanto al enfoque de la estadía.
Expatriado de corta duración (hasta un año): en estos casos se suele producir aquello que denomino el efecto vacaciones.
Generalmente y, en consideración a la corta duración del contrato, el hotel de destino suele encargarse de todos los trámites y las rutinas diarias (visado, permiso de trabajo, viaje de ida y vuelta, alojamiento, transporte local y comidas). Prácticamente son ¨vacaciones” de trabajo ya que el expatriado no se enfrenta a retos de adaptación cultural.
Expatriado de media y larga duración (más de un año): si bien el hotel de destino también organiza los trámites burocráticos y los viajes, la organización de la vida cotidiana recae en el expatriado. En este momento es cúando pueden aparecer problemas de adaptación al país de acogida.
En ambos tipos de estadía (de corta y larga duración) y, aunque haya introducido el concepto de ¨vacaciones” en el de corta duración, en ningún caso se cuestiona el que la hotelería es un trabajo intensivo en horas y en contenido. Las vacaciones se refieren solamente al no tener que ocuparse de tediosos procesos burocráticos y actos cotidianos repetitivos.
La primera necesidad de todo expatriado después de haber cubierto su alojamiento es el de la alimentación, concretamente una visita al supermercado y a la farmacia.
En el tema de la alimentación, la internacionalización ha propiciado el establecimiento de grandes cadenas internacionales de supermercados tales tales como Carrefour o Walmart. Si bien ello aporta la confianza y seguridad de comprar en un ambiente conocido, por otro lado, estas cadenas también buscan el éxito a través de la localización de su oferta. Esto dá lugar a que el ambiente físico sea comparable al de una tienda en España mientras que el contenido es totalmente distinto.
He aquí una lista no exhaustiva de los diferentes problemas con los que se puede encontrar el expatriado a la hora de hacer la compra:
- Todos los supermercados son locales, no hay presencia de grandes cadenas (típica situación de las ciudades secundarias);
- Los productos son locales, con todo lo que ello impica en cuanto a su utilización y cocción;
- Las etiquetas no se entienden ni a través del idioma ni a través de las fotografías promocionales;
- El abastecimiento es irregular tanto en cuanto a su calendarización como en cuanto a los productos (sorprendenetemente esta fue mi experiencia en Dubai dónde era difícil predecir la llegada de ciertos productos. Cúando sí estaban disponibles se hacía acopio, por si acaso);
- Se pueden obtener productos occidentales pero solamente a través del mercado negro y a precios muy superiores a los normales;
- Hay comida internacional pero son productos caducados o que no parecen cumplir requisitos sanitarios (caso de mi primer destino en China, dónde era crucial ver la fecha de caducidad);
- En caso de gustos muy restringidos o alergias, la compra se convierte en un acto muy estresante.
Como ejemplo final de lo dicho, propongo el ejemplo (real) de la compra de huevos para hacer una tortilla. A primera vista podría parecer algo bastante baladí, sin embargo en la vida real me topé con estos dos problemas (la semana pasada):
Muchos supermercados en China guardan los huevos a temperatura ambiente en vez de refrigerados.
De acuerdo con las necesiadades locales, se ofrecen huevos frescos pero también los llamados huevos de cien años. Estos son enterrados durante un período de hasta varios meses en una mezcla de arcilla, sal, ceniza y cáscaras de arroz entre otros elementos. El resultado son unos huevos duros de color gris y verde, fuerte olor y sabor. Debo matizar que ya ha probado estos huevos mezclados en congi (desayuno típico a base de arroz hervido) y saben bien.
Ambos tipos de huevos se empaquetan en hueveras trasnparentes como en España pero a simple vista no son fáciles de distinguir de unos huevos oscuros. Intente hacer una tortilla con huevos de cien años…
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