¿Por qué este conformismo? ¿Dónde está el espíritu emprendedor del turismo rural, naturaleza,…?
28 marzo, 2014 (19:10:46)En algunas encuestas que he recibido recientemente, me llamo la atención cuando me preguntaban, que valorase mi aceptación al riesgo, factor obvio para cualquier emprendedor. Me atrevería decir casi que es sinónimo, ¿verdad?
Entiendo o asumo, que aquellos/as, que tienen cualquier microempresa o entidad jurídica que gestione cualquier actividad turística, ya sea alojamientos, animación, restauración,…o gerencie o coordine este área en una administración pública, debe poseer ese nivel de aceptación de riesgo en la toma de decisiones.
Pero sin embargo, este no es el escenario que se vislumbra en este negocio, en base al turismo, la ruralidad y la naturaleza o al menos no es el caso en estos últimos años, donde el paraguas económico o financiero público, apenas ha intervenido en el desarrollo y gestión de la actividad turística.
Muy probablemente, en estos tiempos, cuando es el emprendedor quien debe salir a flote, solo o casi solo, es donde se aprecia mucho mas, la llama emprendedora de los promotores.
Pero esta especie de soledad empresarial, viene dada también por el carácter que imprime el medio rural (salvo honrosas excepciones), que no fomenta la cooperación ni asociación local, ni entre locales, sino más bien lo contrario.
La todavía arraigada mentalidad de hacerlo uno solo, de no confiar en sus vecinos, del ser autodidacta, de creer que la demanda ya nos encontrara, que nuestros recursos son inigualables, que lo hacemos mejor o esperar que la solución caiga del cielo, lamentablemente persiste en el inconsciente y también en el consciente de un porcentaje importante de gestores de negocios turísticos.
De acuerdo a la dinamicidad del mercado, su rapidez y su evolución en motivaciones y expectativas, no hay mejor fórmula de actuar que sabiendo responder, con la fuerza necesaria, es decir creando masa crítica (pero pro-activa) suficiente como para poder reducir costes, aumentar inversiones eficaces, mejorar la calidad turística-ambiental (No hablo de certificaciones!), profesionalizarse y sobre todo implementar la conciencia de la colaboración activa, de la denominada Coopetencia y Gobernanza, enfocando la gestión, mucho mas allá de la micro-empresa, sino hacia la orientación de destino, porque entiendan, que los viajeros, los consumidores de nuestra actividad, buscan y realizan su estadía productiva en un territorio, en un espacio que puede gestionarse turísticamente para ofrecer satisfacción y por ende recibir un pago a cambio de los servicios. Esto se denomina desarrollo y gestión de destinos turísticos, pero sostenibles y por tanto competitivos.
Si no están conformes con los resultados obtenidos, ¿por qué conformarse? ¿Y por qué seguir haciendo lo mismo, cuando no funciona? O al menos eso es lo que me dicen muchos, en privado y off-the-record.
No creen que es hora, de retomar su espíritu emprendedor, asumir riesgos, hacer cambios estratégicos y aventurarse en una nueva hoja de ruta, apostando por modificar su visión micro-empresarial o municipal, por la de destino, la cooperación activa y la calidad per se?
Asumirlo, ya es un reto, pero alcanzable.
Un cordial saludo
Arturo Crosby
Editor
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