Turismo Náutico: ¡Que viene el lobo!
¿Argucia o amenaza real? 13 diciembre, 2018 (03:09:49)Ambas cosas pueden ser ciertas. Con una de ellas estamos acostumbrados a convivir diariamente y con la otra, también, pero cada cambio de ciclo.
Lo cierto es que, si el sector del alquiler de barcos en Gran Canaria, no le echa imaginación al asunto y se empeña en competir a base de tirar los precios incrementando, a su vez, las comisiones de intermediarios hasta límites insospechados, la calidad del servicio, irremediablemente, acabará resintiéndose y, en consecuencia, la imagen de todo el sector.
En la última Feria Turística de Londres (World Travel Market), se lanzó una consigna a los hoteleros españoles, que bien podría haber sido dirigida al sector del charter náutico: “Resistir y no bajar precios” ¿Motivo? la incertidumbre o temor, según se vea, que genera el Brexit y la recuperación de los destinos competidores del norte de África y Mediterráneo Oriental.
Por qué, realmente, ¿esa consigna? Porque ya nos advierten que viene, de nuevo, el lobo que no es otra cosa que los turoperadores con la mochila cargada de duras negociaciones, presionando con los precios que les ofrecen en otros países, etc. Pero eso es una vieja historia que, los que hemos estado relacionados con el sector, desde hace años, hemos visto como se repite ciclo tras ciclo.
Estamos a tiempo de marcar una diferencia con respecto a otros ciclos y mostrarle al lobo que, ahora, por muchas veces que nos amenace, todo será distinto y, por tanto, es conveniente seguir la consigna de la WTM, "hay que resistir y no bajar precios".
Si todo ello, lo extrapolamos al sector del Turismo Náutico, al menos a nivel local, nos deberíamos preguntar: ¿quién es y dónde está el lobo? El lobo está dentro de casa desde hace muchos años y de manera permanente en forma de ticketeros e intermediarios no profesionales y sin estructura alguna que, sin más esfuerzo que ofrecer al primer cliente potencial que se cruza en su camino, la ganga del día, van resolviendo la jornada
El empresario miedoso, cede a la mínima de cambio a las argucias del lobo y se echa en sus brazos, con tal de tener sus barcos trabajando, aunque habría que preguntarse por cuanto tiempo. ¿Pero cuáles son los “argumentos” reales que esgrimen estos “comerciales”? Las supuestas ofertas a precios irrisorios que reciben de otros armadores. Y así, jugando a dos bandas concluyen: "Debéis adaptaros o no podré ofertar vuestro producto"
¿En qué consiste la adaptación? Sencillamente: en bajar los precios e incrementar las comisiones. De tal manera que el producto sea más sencillo de vender con el máximo margen y el menor esfuerzo posible. Y la calidad, ¿dónde la dejamos? ¿Esa que nos permite fidelizar al cliente? ¿Esa que percibe el cliente y es capaz de satisfacer sus expectativas y necesidades? Pues cada vez queda menos margen para ello. Cuantos armadores/empresarios del sector han desaparecido o están en una delicada situación por someterse a las amenazas del lobo? ¿Cuánto costará recuperar los precios una vez que los hayamos tirado por los suelos?
No estamos, en absoluto, en contra de los intermediarios, de hecho, contamos con una amplia red de altos profesionales y expertos en la materia, tanto nacionales como internacionales. Estamos en contra del advenedizo, oportunista y especulador, que no sabe o le importa bien poco distinguir entre la calidad y la cantidad. Lo importante para él es el día a día y no existe un mañana.
Pero, para nosotros, lo importante es el mañana, porque estamos aquí con un claro afán de permanencia y hacer, del Turismo Náutico en Canarias, lo que otros mercados han logrado ya, Porque ese cliente que nos ha visitado, queremos que repita y que a su vez sirva de correa de transmisión mediante el boca a boca, capaz de generar nuevos clientes.
Por eso tenemos que estar a la altura de sus expectativas, ofreciendo calidad, calidad y calidad. Y si a algo hay que renunciar para lograr la excelencia, renunciemos a los costes que, derivados de la intermediación chapucera, nos limitan cada vez más los márgenes que debiéramos revertir en los que de verdad se gastan el dinero en disfrutar de una jornada inolvidable en el mar: nuestro cliente.
¿Qué se puede hacer? Reforzar la contratación directa, mediante la inversión en posicionamiento. Implementar la estructura comercial a base de agentes y operadores serios y responsables. Paralelamente, reducir los márgenes comisionables hasta los niveles absolutamente razonables y en vigor en toda Europa. Mantener y si es posible, incrementar la calidad del servicio en su conjunto. Luchar todos con las mismas armas
Si queremos seguir desarrollando la actividad, de manera digna y rentable, en un sector de gran relevancia por su contribución tanto desde el punto de vista socio-económico, como en el del incremento de la cualificación y diversificación de la oferta turística y que genera en España unos beneficios nueve veces superiores al del turismo tradicional, según el presidente del Salón Náutico de Barcelona, Luis Conde, no podemos permitir que el lobo siga en casa, viviendo a nuestra costa.
Canarias seguirá siendo un destino turístico, consolidado, de primer orden y aunque la economía tiene sus ciclos y estos afecten a la demanda, el sector debe resistir porque, indudablemente, el Turismo Náutico es un turismo de calidad y calidad es lo que debemos ofrecer, porque es la imagen que, de momento, todavía, el turista náutico tiene de nosotros. No lo echemos todo por la borda, porque el único, sin duda, que sacará rédito de la coyuntura, será el lobo. Hay que resistir y no bajar precios, de tal forma que todos, clientes, armador e intermediario, seamos los verdaderamente beneficiados.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.