La promoción, desde casa
8 abril, 2019 (10:38:51)Malas noticias para concejales de turismo, alcaldes y tenientes de alcalde de cientos de municipios, turísticos o no, para la gran masa de acompañantes, para los medios de comunicación locales que les siguen cuando van de “promoción“, para políticos de la oposición que intentan irradiar un poco de luz, y para tantos que pretenden creer que para traer chinos – o alemanes – a su pueblo, hace falta desplazarse hasta donde está el cliente para desde allí asegurar que hay que mejorar las comunicaciones con su ciudad y agilizar la concesión de visados o algo similar que está siempre fuera de su ámbito de competencia.
Como en general no saben inglés o cualquier otro idioma tienen que hacerse selfies con su gente para publicar en los medios locales o con los funcionarios españoles estacionados en el lugar. Rara vez se les puede ver entrevistándose con los turoperadores que podrían interesar, con las compañías aéreas que podrían volar o con los googles, booking expedias o trivagos que efectivamente mandan los clientes. Y cuando consiguen una entrevista lo primero que hacen los otros es pedirles dinero para gestionar ellos la promoción. Cuando hay acuerdo se vende como que ambos firman un convenio- extraña forma de denominar a una subvención- para la promoción conjunta.
A veces incluso se agrupan, Ciudades Patrimonio, España Verde y otras similares para que los efectos, sean los que sean, se diluyan, pero tratando de obtener financiación de todo tipo de Administraciones, mezclando Ávila con Ibiza o San Cristóbal de la Laguna con Baeza.
Los pobres empresarios, las Asociaciones, algunas de ellas muy competentes, o las autoridades con capacidad reguladora o económica que suelen tener algo que comunicar se diluyen en la juerga colectiva mientras los restaurantes españoles de la plaza y algunas tiendas de fama local – es decir en el lugar de donde proceden los que van de promoción- hacen su agosto especialmente en el invierno.
Con cuatro informaciones que en general han obtenido de los funcionarios destinados allí dan sus ruedas de prensa – a su prensa- confirmando, que las ventas para el verano suben adecuadamente o que no lo hacen y hay que aumentar la promoción. Todo se podía haber hecho en el pueblo de cada uno pero eso no ayudaría al turismo, es decir al turismo receptor de donde se hace la promoción o se celebra la Feria.
Así despistan y dejan para mañana lo que tenían que haber hecho ayer.
El adecuado aprovechamiento de la información existente, especialmente de los datos ya ha desplazado en la mayor parte de los destinos la promoción desde la demanda a la oferta. Hoy dia cuando están identificados los clientes que han viajado en los últimos años al destino que sea, incluso al hotel correspondiente, cuando incluso se pueden conocer a los que piensan o pueden llegar a pensar en visitar ese lugar, los que se gastan su dinero ya han pasado de la publicidad segmentada al llamado marketing programático que es gestionado por algoritmos, un tipo de publicidad online en el que el anunciante compra audiencias y no espacios. Los algoritmos identifican al consumidor adecuado y el comprador compra en tiempo real por medio de una puja digital con lo que el resultado es un anuncio efectivo y personalizado. Se resuelve así la conocida duda de Ogilvy “sabemos que el cincuenta por ciento del dinero gastado en publicidad se tira, pero lo que no sabemos es que cincuenta por ciento”
Como es sabido los algoritmos no tienen patria por lo que la proximidad geográfica al cliente carece de importancia.
Claro que siempre se podrá aducir que la publicidad programática se mueve solo por precio y que las autoridades locales tendrán algo que hacer para mantener la imagen general. Y tanto. Gestionar adecuadamente las redes sociales insertando información adecuada, mantener limpio el lugar, especialmente las playas si las hay, evitar la contaminación acústica, diseñar y gestionar experiencias y mucho más. Es menos glamuroso que irse a Beijing pero mucho más eficaz.
Las autoridades regionales tienen que optimizar el funcionamiento de todo el sistema, mientras que las nacionales deben garantizar la seguridad, en todas sus acepciones, el mantenimiento de las infraestructuras, el teléfono, internet, la coordinación con las Autonomías del sistema sanitario para los turistas. Y por supuesto ocuparse de que los corresponsales de los medios extranjeros reciban la información adecuada.
De traer a los turistas ya se ocuparán los algoritmos.
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