La sostenibilidad ya no es una tendencia en turismo
17 julio, 2019 (04:54:51)¿A cuántos de todos los que trabajáis en este sector os gustaría levantaros una mañana y ver que por fin eso es una realidad?
El binomio turismo y sostenibilidad debe dejar de ser una premisa tratada en clave de tendencia para incorporarla a la ecuación de partida, ya que no se entenderá el turismo sin su premisa de sostenibilidad.
Al igual que ya no deberíamos hablar de que los coches tienen cuatro ruedas, motor, airbag y dirección asistida. Pasada la fiebre en la que seguíamos hablando de la calidad como un valor diferencial dentro de nuestra industria, creo firmemente que debemos dejar de hablar de los valores de sostenibilidad asociados al turismo como si se trataran de una moda, de una tendencia hacia la que tengamos que ir por cuestiones de mercado, como cuando hablamos de enoturismo, gastronomía, turismo familiar, etc.
Debemos ser conscientes de una vez de que no puede existir actividad turística si no se vincula a la sostenibilidad de sus promotores al tiempo que a la del entorno sobre la que se consume. La sostenibilidad de nuestro entorno natural y patrimonial es básica para nuestra supervivencia como especie y, sin duda, para garantizar escenarios de consumo turístico adecuados.
Es verdad que debemos, como industria, avanzar en la generación de conciencia ambiental entre los prestadores de servicios turísticos para que entiendan que no se trata de una moda pasajera o una tendencia fabricada por empresas de marketing.
La sociedad en la que vive nuestro consumidor transpira en todos sus poros valores vinculados a la sostenibilidad de nuestro entorno. Coches eléctricos, comida eco, mayor preocupación por la salud, incremento de la implicación social etc., son ya parte de esta sociedad en la que cohabitan nuestros consumidores turísticos. Clientes que cuando viajan comienzan a ser cada día más exigentes con los destinos, medios de transporte, alojamientos, empresas de actividades, etc., discriminando cada vez más en base a los valores éticos y sostenibles a los que se vinculan estos prestadores turísticos. Los consumidores responsables lo quieren ser en todas sus facetas de consumo, incluso cuando viajan.
El grado de madurez de sus sociedades se vincula directamente al nivel de exigencia de estas premisas de sostenibilidad asociadas al consumo turístico. Sociedades como la alemana, francesa, holandesa o del norte de Europa son, por lo general, más sensibles a estas cuestiones y las incorporan cada vez más en la toma de decisiones sobre sus próximos destinos a consumir.
Dejemos ya de pensar exclusivamente en ese consumidor tipo, vinculado a los movimientos ecologistas, con mochila y poca voluntad de gasto, para orientar nuestro foco a un muy diverso abanico de consumidores con alta sensibilidad ambiental y voluntad de gasto que valoran en sus viajes premisas asociadas a cuestiones socialmente responsables, sostenibles, saludables. Clientes a los que no siempre se está dando respuestas turísticas desde nuestro país.
Cuanto antes entendamos este proceso, antes podremos competir como destino o empresa dentro de una industria turística que, espero, pronto deje de hablar de la sostenibilidad como una tendencia para incorporarla al ADN del turismo como premisa básica para asegurar su futuro.
Alberto Galloso,CEO & cofundador de SAÓ viajes naturales
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