Canadá y USA como limpieza a Ibiza

Como cada año en verano, millones de personas preparan sus maletas para disfrutar de sus vacaciones y del buen tiempo. Como ya sabemos existen muchos tipos de turismo, pero si hay alguno que se lleva la palma en Europa aparte de nuestras urbes es el de nuestras islas.

Desde Malta o Sicilia hasta Mykonos o Chipre, pero si hay una que sobresale cada verano por su magia y encanto esa es sin duda alguna Ibiza.

Millones de personas arriban a la isla balear desde todas partes del mundo, aunque últimamente es mundialmente conocida por la bajada de calidad en el tipo de turista que recibe. Siendo sus estancias problemáticas y su gasto cada año peor y menor.

Hay ciertos tipos de turistas que ya es hora de sustituir si no queremos degradar (aún más) lugares que hoy en día son dificiles de ver en cualquier parte del mundo, y que incluso dificulta la llegada de otros que pueden beneficiar no solo a los empresarios hoteleros y del sector turistico, si no a la propia población local.

Turismo inglés o francés de 2 o 3 dias solo para emborracharse y salir de fiesta, debe dejar paso al turismo de 1 semana que además de ocio busque restauración, compras, playa, e incluso cultura local.

Para ello es primordial comenzar a dialogar con tour operadores y aerolineas tanto de Canadá como de Estados Unidos, en donde la isla goza de una enorme popularidad. Este mercado sería clave para desplazar el 'turismo barato' a otros lugares de nuestro país donde pueda controlarse mejor (veáse por ejemplo las nuevas ciudades vacacionales apartadas de los tradicionales centros vacacionales de descanso)

Vuelos diarios de Toronto o Montreal a Ibiza, y de Nueva York o Boston ayudaría a la isla a posicionarse como un selecto destino, capaz de adquirir habitaciones a precios que otro tipo de turismo no podría y así, dejar de recibir un tipo de turismo que paga menos y molesta más. Porque 1 vuelo Nueva York - Ibiza es más rentable que 3 vuelos de Inglaterra a la isla, tanto por el tipo de pasaje que arriba como por la diversificación de la inversión que supondría.

Urge en España profesionales políticos en turismo a nivel nacional, que puedan adelantarse a los responsables turísticos locales. Y así dar la vuelta a la situación actual sin perjudicar a los comercios y empresarios. Comenzándonos a posicionar de una vez a la vanguardia del sector turístico mundial, ya que ser el segundo país más visitado del mundo es una oportunidad que debemos dejar de desaprovechar.