Errores no forzados
13 mayo, 2020 (08:21:33)En un partido lo que más desmoraliza al jugador son los errores no forzados. No es que el competidor lo haga mejor, es que es uno mismo quien, teniendo la oportunidad de ganar el tanto decisivo, comete un error y pierde la oportunidad de apuntárselo y, en definitiva, ganar el partido y quedar eliminado.
Es lo que le ha ocurrido a España, país líder mundial del turismo, cuyo Gobierno impuso ayer la cuarentana para los viajeros tanto de ocio como de negocio. Y esta decisión se toma en la víspera de que la Comisión Europea adopte un acuerdo que va justamente en sentido contrario, al aprobar en el día de hoy un Plan que establece el marco común con los criterios para restaurar de forma segura y gradual las actividades turísticas. Como ha dicho la Vicepresidenta de la Comisión Vera Jourová, en el acto de presentación del Plan: “Los Estados miembros deben abrir sus fronteras lo antes posible”; “Restringir el libre movimiento y reintroducir las fronteras internas perjudican la forma de vida europea”. A su vez la también Vicepresidenta Vestager ha afirmado: “Tenemos que tratar a los europeos con igualdad. Cualquier restricción debe levantarse sin discriminación a todos los ciudadanos de la Unión Europea, y debe aplicarse a todas las partes de la Unión con una situación epidemiológica similar”. En definitiva la Unión Europea busca lograr lo que ha expresado el Comisario de Economía, Paolo Gentiloni: “Tendremos temporada turística de verano este año”.
Otro efecto negativo del error no forzado es la desmoralización de los compañeros del equipo, en este caso el sector turístico, tanto el español como el de los países emisores. El sector turístico español ha hecho sus deberes. Ha impulsado la elaboración de códigos y protocolos de actuación para asegurar la salud y el bienestar de sus usuarios en todos los subsectores que lo integran y con validez para todo el ámbito nacional: Hoteles, restaurantes, albergues, alojamientos rurales, campings, agencias de viaje, balnearios, museos, campos de golf, turismo activo y ecoturismo, guías de turismo y oficinas de información turística. Está preparado para reanudar su actividad en cuanto se den las mínimas condiciones. No sólo le va la supervivencia en ello sino que también quiere seguir contribuyendo a la riqueza nacional y al bienestar de la sociedad española.
El sector turístico de los países emisores, a su vez, está adoptando las medidas precisas para ponerse en marcha lo antes posible. Las compañías aéreas están definiendo las medidas para que los vuelos sean seguros; los operadores, como TUI hoy mismo, están definiendo los protocolos sanitarios que los hoteleros han de cumplir y están programando la apertura de la temporada en el mes de junio.
Está programación de los operadores, y es previsible que repuntará el turismo organizado en forma de paquete, primará a aquellos destinos que mejor hayan sabido gestionar la pandemia (Portugal, Grecia, Malta) y penalizará a aquellos otros que aparezcan como más sanitariamente arriesgados en la percepción de los viajeros potenciales por la incidencia que la pandemia haya tenido y que se refleja en el número de víctimas y de contagiados.
La imposición de la cuarentena por el Gobierno español carece de sentido al realizarse en el momento más inadecuado. Hay que preguntarse, ¿si tan importante es para luchar contra la pandemia por qué se ha tardado dos meses en implantarla desde que se decretó el estado de alarma?
El daño a la imagen y la reputación que se ha hecho a los destinos turísticos españoles es difícil de cuantificar, pero es indudable. ¿Qué pensará el viajero potencial a la hora de elegir su destino vacacional? ¿Escogerá un país que decide cerrar sus fronteras e impone una cuarentena que hace inviable la vacación o elegirá otro que abre sus fronteras y no impone cuarentenas?
Además del efecto negativo en los viajeros, el impacto en la industria turística de los países emisores europeos ya se ha empezado a manifestar. Existe una gran preocupación ya que España es su primer destino y el cierre del mismo, de mantenerse, afectará de forma fundamental a su actividad e incluso a su supervivencia. Equiparan la decisión del gobierno español a la del Gobierno británico, criticado por su caótica gestión de la pandemia. Hasta tal punto se han elevado las críticas a la cuarentena impuesta por el Gobierno de Boris Jonhson, que ya éste ha empezado a dar marcha atrás, excluyendo de la cuarentena a los viajeros procedentes de Francia y de Irlanda. Es de esperar que el Gobierno español también decida revocar su desacertada decisión, como ya ha hecho con otras medias que han creado inseguridad en otros sectores como el comercial, y tal como anunciaba hoy mismo uno de los más prestigiosos periodistas, muy próximo al Gobierno.
El daño ya está hecho. El objetivo urgente es minimizar sus efectos negativos revocando cuanto antes la medida que establece la cuarentena. El Plan de la Comisión Europea ofrece la mejor oportunidad para no persistir en el error no forzado.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.