El Gobierno español y el retorno del turismo: contradicciones

¿Cuál es la posición del Gobierno sobre el retorno del turismo internacional? ¿Cuál es la postura mantenida por la Ministra de Asuntos Exteriores en la reunión convocada por el Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania?

Ya es bastante paradójico que esta conferencia para facilitar la recuperación del turismo en Europa haya sido convocada por un país emisor y no por el primer país receptor de turismo de Europa. Quizás esta iniciativa descubra algo a algún ministro español. El turismo en Europa representa el 8% del PIB de la Unión europea y de su buena marcha dependen aerolíneas como Lufthansa, Air France o KLM, o Iberia y AirEuropa, por citar sólo algunas, u operadores y agencias de viaje que gestionan millones de viajes, entre ellos los 84 millones que tuvieron como destino España en 2019.

Quizás por esa razón el Gobierno francés ha asignado 18.000 millones de euros a ayudar a su sector turístico para superar la pandemia; e Italia ha diseñado un programa consistente en ofrecer una subvención de 500 euros a cada italiano que vacaciones en su país, o Bulgaria ha rebajado a la mitad el impuesto del IVA en la hotelería y hostelería, o Portugal, que está en el proceso de abrir sus destinos, o Grecia, que ha pasado a la fase tres del desconfinamiento, que implica la libertad de viajar por todo el país y la apertura de hoteles, restaurantes y bares, o Austria que abrirá sus hoteles a finales de mayo, o Alemania que anulará a mediados de junio su recomendación de no viajar. Es significativo que ningún país europeo considere al turismo como un sector de bajo valor añadido, precario y estacional.

¿Cómo habrá explicado la Ministra de Exteriores de España la postura del Gobierno respecto al turismo? ¿Habrán entendido el razonamiento expuesto por su compañero de Gabinete responsable de transportes, según el cual el motivo justificativo de la cuarentena impuesta al viajero que pretenda llagar a España consiste en que de otro modo se crearía un agravio comparativo respecto a los españoles, que tienen restringida la movilidad? Argumento inconsistente, ya que el hipotético viajero comunitario que llegara a un destino español a través de los cinco y un poco más tarde trece, aeropuertos españoles abiertos al tráfico internacional, una vez superada la cuarentena estaría en condiciones de disfrutar del destino, privilegio al que no podrían acceder los españoles que no fueran residentes de la misma provincia.

El Presidente de Francia, que en aplicación de la reciprocidad estableció la cuarentena para los viajeros españoles que quieran acceder a Francia, acaba de calificar a la cuarentena como una medida que ni es eficaz ni realista.

¿A qué se debe este recelo hacia el turismo, precisamente cuando la Comisión Europea y los países miembros de la UE están tratando de recuperar al turismo como un sector básico de la economía europea?

¿Es temor, derivado de la ineficiente gestión de la pandemia que nos ha llevado a encabezar el ranking con los mayores niveles de mortalidad y letalidad por habitante? Así parece deducirse de unas palabras del Presidente del Gobierno, que enumeró al turismo como uno de los motivos de la dureza con que la pandemia ha castigado a España.

O, más bien, es menosprecio hacia el turismo, como puede deducirse de las declaraciones del Ministro de Consumo, hechas en sede parlamentaria, no en una tertulia o tomando un café, o de la no incorporación de la Ministra de Industria, Comercio y Turismo a la Comisión Parlamentaria para la Recuperación Económica. Para ser ecuánimes hay que citar, con esperanza, las declaraciones de la Ministra de Economía, que acaba de reconocer que el turismo es un sector básico de la economía española. ¿Es compartido este criterio por el Gobierno? Hay Comunidades Autónomas, de las que no cabe sospechar falta de sintonía con el Gobierno, que, sin embargo, empiezan a actuar por su cuenta para recuperar la actividad turística que es vital para su economía.

Cabría una tercera posibilidad, no excluyente a la del temor y a la del desprecio hacia el turismo, y sería la de la mera descoordinación en la gestión, de la que hay numerosas pruebas que afectan no solamente a este sector y a otros más, sino a la propia gestión medular de la pandemia, y cuyos resultados negativos suponen uno de los más graves problemas de imagen que hay que afrontar al tratar de recuperar el turismo internacional hacia España. Para ello hay que proyectar el mensaje de que los destinos españoles son sanitariamente seguros mediante potentes campañas de comunicación, en las que se den a conocer las iniciativas que está tomando el sector turístico español y que están en la línea de las que están diseñando los actores, líneas aéreas y operadores, de los mercados emisores.