¿Y si los Gobiernos hicieran algo?
4 noviembre, 2020 (10:35:38)Mi anterior artículo de esta serie sobre el turismo y el covid-19 se titulaba ¿Y si el Gobierno no hiciera nada? y se centraba en pedir que el Gobierno no hiciera nada que perjudicara al turismo, como era decretar un estado de alarma de más de seis meses que arruinará la imagen del país en cuanto a su capacidad de gestión de la pandemia y por ende las perspectivas del turismo en 2011.
Contra lo que pudiera aparecer superficialmente, el enfoque del artículo reconocía lo importante que la actuación pública es para el turismo y se exponían tres áreas en las que el liderazgo de las Administraciones públicas es determinante para superar la gravísima situación de nuestro principal sector económico:
· La primera área es tratar de mantener la estructura productiva del sector turístico evitando la destrucción de empresas y puestos de trabajo. El economista Miroudot, de la OCDE, distingue entre los conceptos de “robustez” y “resiliencia” de un sector. Robustez se aplica a su capacidad de mantener la actividad durante una crisis y resiliencia a su capacidad de retornar a la situación previa a la crisis. La situación presente de inactividad del sector (alojamiento, transporte, hostelería, ocio) es consecuencia de la pandemia y de las decisiones de la Administración de clausurar las actividades turísticas por razones sanitarias. Gobiernos europeos, como el alemán, han diseñado ayudas directas para las actividades interrumpidas por decisiones administrativas. Asimismo han puesto en marcha facilidades financieras, que han de extenderse en el tiempo ya que la pandemia y sus efectos económicos también se va a prolongar en el año 2021. También han reducido las cargas fiscales y laborales, mientras que a las empresas españolas se les regatean o deniegan estos apoyos, como es el caso de la mal llamada “ecotasa” que algunas CC.AA. y municipios tienen previsto incrementar. (En Cataluña se llega al esperpento: se grava su importe con el IVA: es decir la aberración de un impuesto sobre otro impuesto).
· La segunda área de actuación de las Administraciones públicas se refiere a la recuperación de la actividad del sector turístico. Aquí hay que mencionar dos tipos de actuaciones. La primera se basa en la actuación conjunta de la Unión Europea estableciendo sistemas homogéneos que permitan la circulación de los viajeros entre los países miembros así como de los procedentes del exterior de la UE. Aunque la Presidenta de la Comisión Europea acaba de manifestarse en este sentido es difícil entender las resistencias y la lentitud con las que se avanza en este campo, teniendo en cuenta lo que está en juego. Como recientemente se ha afirmado en una reunión de operadores turísticos en Baleares: de la no recuperación del turismo depende de que Europa pase de una situación de recesión a otra de depresión. La Universidad de Harvard, el Instituto Koch y nuestro Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias han coincidido en señalar que los viajes en avión no implican riesgos de contagio.
Por otro lado hay un clamor unánime de los operadores turísticos, las líneas aéreas y los destinos para que se implante un sistema homogéneo de corredores aéreos, de categorías de infección y de test que garanticen a los viajeros y a la población receptora de los destinos que el viaje no implica riesgo de propagación del virus. Los avances en viabilidad y coste de los test desmontan los argumentos en contra de que se generalice un sistema que permitiría la recuperación de los flujos turísticos manteniendo la seguridad sanitaria. Se estima que el coste actual, con tendencia a la baja, es fácilmente absorbible cuando el precio de los paquetes turísticos han descendido de manera considerable. Destinos turísticos (actores privados y autoridades), operadores (TUI Nederlands los realiza a su cargo) y viajeros podrían llegar a un acuerdo para distribuir el coste de los test. Podría pensarse que estas medidas serían ineficaces cuando los países europeos están volviendo a los confinamientos totales. Sin embargo, hay que estar preparados para cuando esta segunda oleada de la pandemia remita. Por ello no se entiende la resistencia del Gobierno español y de AENA a implantar los test en los aeropuertos para todos los viajeros.
La otra línea de actuación es la canalización de fondos del Plan de Recuperación Europeo hacia el sector turístico. El sector turístico español, muy fragmentado, va a experimentar una profunda transformación empresarial y, a la vez, se va a producir el empobrecimiento de nuestra demanda por el impacto de la pandemia en la oferta complementaria: restauración y ocio. El sector turístico tiene capacidad de inversión y capacidad de gestión en las áreas que ha definido la Unión Europea: digitalización, sostenibilidad, ahorro energético. La clave reside en la formulación de planes concretos y realistas. Estos exigen un acuerdo entre los actores del sector privado, y aquí las Asociaciones profesionales tienen un papel y una responsabilidad, y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
· La tercera área de actuación es la recuperación de la demanda. En estos momentos la actuación en esta área puede parecer ilusoria, pero, una vez más, hay que estar preparado. La respuesta que se ha producido al abrirse Canarias en los mercados alemán, británico, holandés y escandinavos ha puesto de manifiesto que hay un fuerte deseo de viajar que se hace patente en cuanto se dan las condiciones de seguridad. Las sociedades de los mercados emisores, a pesar del recrudecimiento de la pandemia en Europa y del aumento de las restricciones, o precisamente por ello, necesitan mantener la ilusión de recuperar la normalidad y ven en el viaje la más atractiva manifestación de esa vuelta a la normalidad. Para ello es fundamental crear una situación de seguridad sanitaria en el destino y transmitir ese mensaje de seguridad a los potenciales viajeros. Nuestros destinos cuentan con un instrumento muy valioso, Turespaña, que ha sabido lidiar con éxito en otras situaciones de crisis. Conviene recordar que el turismo es nuestro mejor instrumento para recuperar la deteriorada imagen de España, tan afectada por la caótica gestión de la pandemia puesta de manifiesto en los medios internacionales de mayor prestigio con independencia de su orientación ideológica. Vittorio Colao, que ha ocupado puestos relevantes en diversas multinacionales, y que actualmente preside el Comité de Expertos para la Recuperación de la Economía Italiana ha dicho que “Para Italia y España el turismo no es simplemente un sector económico, sino nuestra bandera”.
A las Instituciones Europeas, al Gobierno español y a las Asociaciones empresariales turísticas les corresponde la iniciativa y la responsabilidad de actuar conjuntamente con rapidez y decisión para superar el impacto de la crisis que amenaza la supervivencia del turismo, uno de los principales sectores de la economía europea, el primer sector de la economía nacional y fundamental para el bienestar de la sociedad española.
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