El Palacio de Torre-saura se abre a menorquines y visitantes
Con más de 6.000 metros cuadrados de construcción, atesora un impresionante patrimonio artístico y documental 14 julio, 2022 (09:45:14)El palacio del Condado de Torre-saura es sin duda el más fotografiado y conocido de Ciutadella. Sus dos fachadas, una de ellas, monumental, dan a la Plaza del Borne y a la calle Major des Born, en pleno centro histórico. Pero este palacio es solamente conocido exteriormente. Su interior ha permanecido cerrado y misterioso durante mucho tiempo, como parece atestiguar la imagen más emblemática de la Ciutadella monumental: la mujer velada que preside la puerta principal y que, como la diosa Isis hace con la Naturaleza, oculta todos los secretos que se esconden dentro.
Por fin esos secretos pueden ser admirados por todos. La Fundación José María de Olives y de Ponsich, conde de Torre-saura, y la empresa dedicada a recuperar, restaurar y revitalizar el legado patrimonial de Ciutadella, Talaia Cultura, han hecho realidad el viejo sueño de incorporar el palacio, sus salas, su historia, su rico patrimonio artístico, documental y arquitectónico, a la Menorca del siglo XXI, una isla eminentemente turística que lucha por ser reconocida como algo más que un destino de sol y playa. O sea, ser reconocida por lo que es: un pequeño cofre lleno de riquezas históricas, artísticas y patrimoniales.
Los que somos de aquí sabemos la importancia y el significado de que un edificio como este, con toda la historia que acumula -la historia de la familia, sí, pero también de la isla-, se abra por fin a la gente. A la de aquí y a los miles de visitantes que cada año viajan a Menorca sin sospechar la riqueza patrimonial que pueden encontrar en ella, con un legado que concentra toda la historia del Mediterráneo en 700 Kms cuadrados.
Este palacio, hermético desde hace mucho, se abre a las visitas guiadas tras una cuidada puesta a punto arquitectónica, artística y documental, y de momento en una primera fase que será seguida por muchas otras, porque la casa es enorme -6.000 metros cuadrados-, y el patrimonio cultural de la familia de los condes de Torre-saura, inmenso y de gran valor.
No es el primer palacio de Ciutadella que se abre al público, también puede ser visitada la Casa Olivar, gestionada también por Talaia Cultura, y que ha conseguido reproducir hasta en los más mínimos detalles cómo era la vida de sus habitantes, con todo tipo de objetos cotidianos, artísticos y de mobiliario originales, que fueron cuidadosamente conservados y guardados por la familia, que aún la habita. E igualmente, pueden ser visitadas la Casa Salort, ubicada justo delante del palacio del conde de Torre-saura con fachada en el Borne, y la Casa Saura, que fue adquirida por el Ayuntamiento de Ciutadella y convertida en un museo.
Hay muchos otros palacios/casas señoriales en la población. Algunos, como Can Faustino, han sido convertidos en hoteles de 5 estrellas, otros siguen siendo habitados por sus propietarios y los últimos esperan su oportunidad para ser restaurados y volver a la vida.
Esta semana, representantes del sector turístico de Menorca han podido conocer las salas -algunas, impresionantes por su tamaño-, galerías, pasillos, dormitorios, salón del trono, cocina y otras dependencias, del palacio de Torre-saura. La sensación general de los visitantes era de descubrimiento, de sorpresa, por encontrarse tras esa puerta que estuvo tanto tiempo cerrada a cal y canto y poder admirar lo que esconde, prácticamente por primera vez en la historia.
Y, también, el convencimiento de que Menorca tiene mucho más que ofrecer que sol y playa a unos visitantes que ignoran todo de la enorme riqueza patrimonial de la isla, y que cuando dedican un día de sus vacaciones de verano a pasear por Ciutadella -mayoritariamente si no hace sol-, se quedan impresionados, maravillados, por lo que ven.
Esta semana, Gabriel Escarrer, consejero delegado y vicepresidente de Meliá Hotels International, decía en una entrevista a El Economista que "Menorca se perfila como el nuevo destino de moda en lujo sostenible". Estas palabras son muy significativas porque reúnen dos de los cuatro factores fundamentales de la oferta turística que se está gestando en la isla, en algunos casos, desde hace tiempo: sostenibilidad -Menorca es Reserva de la Biosfera desde 1993-, y lujo -con nuevos hoteles de ciudad y nueva oferta vacacional como el Vila Le Blanc de Gran Meliá-. Pero además, Menorca ofrece un sol y playa de calidad, por supuesto, y un patrimonio cultural forjado a lo largo de los siglos y que incluye historia, arqueología, arquitectura, arte, etnología y gastronomía.
Las salas sobrias, austeras, monumentales por sus dimensiones, más que por sus dorados, del palacio Torre-saura, remiten a la idiosincrasia de la isla: la autenticidad y el lujo basados en lo cercano, en lo verdadero, en lo sencillo y conocido de toda la vida, pero precisamente por eso, convertido ahora en excepcional.
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