¿Amas el turismo o trabajas en el turismo?
27 septiembre, 2017 (14:25:37)Hace ya algunos años que dejé de trabajar. Fue un momento revelador, fue cuando me di cuenta que hacía lo que deseaba, dirigía un hotel, tenía la capacidad de inspirar experiencias, de generar felicidad y satisfacción, crear un ambiente de trabajo divertido y en el que mis compañeros se pudieran sentir felices y realizados, crear un ambiente del que nuestros huéspedes, que no clientes, salieran con ganas de volver.
Crear una filosofía en la que todo el mundo viera la importancia de su trabajo y lo mucho que aportaba para que todo saliera perfecto y, sobretodo, supiera de la importancia que tienen para nosotros todos esos señores que entraban por las puertas de nuestro hotel y de la suerte que habíamos tenido de ser elegidos por ellos para disfrutar de unos días que imaginaban que serían increíbles.
No podíamos fallar en nuestro momento de la verdad, teníamos que demosrar que no se habían equivocado en su elección, demostrar nuestro agradecimiento por habernos elegido entre tantos hoteles para después de un duro año trabajando disfrutar de unos días llenos de felicidad y diversión, a la vez que de merecido descanso.
Para conseguir esto lo primero es alejar de nuestra mente que esto sea un trabajo. Hacemos lo que amamos y lo que mejor sabemos hacer.
La decisión estaba clara y así lo acogió todo el personal, no recibiríamos a nuestros huéspedes como clientes, lo haríamos como invitados a nuestra casa, seríamos unos auténticos anfitriones, recibiríamos a nuestros huéspedes con una enorme sonrisa sincera, con un trato educado pero cercano, explicándole escrupulosamente todos los servicios y comodidades que les podíamos ofrecer, las habitaciones perfectamente limpias y en perfecto estado técnico, y estar en todo momento dispuestos a solucionar cualquier eventualidad que pudiera tener lugar a lo largo de su estancia.
A la hora de comer y cenar, tenemos que ofrecerles los mejores productos, tratarlos con esmero y en un entorno de limpieza extrema. Agasajar a nuestros inquilinos con lo mejor que nos puede aportar la tierra y el mar. Con productos de calidad, con mezclas de colores, sabores, aromas.
Todo ello servido de la mejor manera, con una sonrisa, con educación, aconsejándole combinaciones de vinos que hagan que la experiencia gastronómica sea única e inolvidable y formarás parte indispensable de la misma.
Otra parte importante es conocer perfectamente el entorno donde se sitúa nuestro alojamiento para poder ofrecer información útil para nuestros huéspedes, que puedan realizar visitas, observación de lugares espectaculares que solo aquellos que viven en la zona conocen, pero que son únicos, ayudarles a descubrir ese sitio en el que realizar ese selfie perfecto, ayudarle a realizar actividades de ocio al aire libre o practicar su deporte favorito creando, para ello, en aplicaciones como Strava, rutas para correr a pie, salir en bicicleta o simplemente caminar observando la avifauna de la zona, o las tiendas de moda y centros comerciales que pueden disfrutar en nuestra zona. Todo ello es lo que harías con cualquier persona que tienes de visita y a la que quieres brindar lo mejor de ti.Por último, llega el momento de la verdad, ese momento en el que finaliza la estancia de nuestro inquilino, ese momento revelador en el que se despide con una sonrisa, totalmente satisfecho y expresando su deseo de volver pronto, de veros de nuevo a ti y a todo tus compañeros. Ese momento en el que después de tomar ese agradable café acompañado de un generoso desayuno, tiene la certeza de que ha acertado con su elección, de que ha venido al lugar ideal donde pasar unos días de relax y ocio. Ese sitio en el que sabe que quiere sea su lugar de vacaciones y escapadas.
En ti está que este momento no quede sólo ahí, sino que como buen anfitrión le prepares, por ejemplo, agua y algo de fruta para el camino de vuelta, e incluso hacer una llamada o enviar un e-mail, preocupándote porque hayan llegado sanos y salvos a su destino.
Sus muestras de cariño sincero, te harán saber que haces lo que te gusta, dar un servicio como pocos y que estás dejando de trabajar para empezar a disfrutar de lo que haces.
¡FELIZ DÍA MUNDIAL DEL TURISMO A TODOS LOS PROFESIONALES Y A TODOS LOS QUE DISFRUTAN DEL TURISMO!
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesión