Enumeradas por Cindy Johansson, directora de Proyecto de Turobserver

Diez acciones para acelerar la reactivación de los destinos

Publicada 26/03/21 -Actualizada 20/04/21 02:06h
Diez acciones para acelerar la reactivación de los destinos
  • Los destinos han de trabajar para volver a posicionarse para la temporada 2022-2023 y hacerse de nuevo con un hueco en la mente del turista
  • Aquellos organismos que alineen sus planes de acción con las necesidades y requerimientos del sector empresarial, saldrán antes de la crisis
  • Canarias, Benidorm, Mallorca, Murcia, Granada y Almería son ejemplos de buenas prácticas en una o varias de las iniciativas propuestas

Los destinos de cara a la temporada 2022-2023 han de trabajar para volver a posicionarse y hacerse de nuevo con el hueco que les corresponde en la mente del turista. Así lo ha remarcado Cindy Johansson, directora de Proyecto de Turobserver, quien también ha advertido de que “pensar que la movilidad volverá por sí misma y que no hay necesidad de hacer nada más que esperar durante este periodo, es un error grave; una falta cuyas consecuencias quedarán patentes tan pronto como se reactiven los mercados, y su impacto, reflejado en el tejido empresarial directo e indirecto del sector turístico”. Por ello ha recomendado las 10 acciones que favorecerán la aceleración del proceso de reactivación.

1.- Trabajar el posicionamiento de marca y el contenido digital

Un buen posicionamiento debe entrar por los ojos, servirse de material visual potente, ofrecer optimismo, esperanza y seguridad a través de los datos, garantizar un acceso lo más directo posible a la web del turismo del destino. Johansson ha reconocido en este sentido que queda mucho por hacer, aunque también ha citado como ejemplo a Canarias, que “ha invertido muchos esfuerzos y recursos para estar donde tiene que estar en este momento tan delicado”.

2.- Formar al sector empresarial en digitalización

La pandemia, según ha recordado la directora de Turobserver, “ha acelerado de manera inimaginable la obligación de digitalizarse. Hoy más que nunca estamos inmersos en una auténtica era digital y es fundamental apoyar al sector para que pueda ponerse al día con una formación concreta, adecuada a la idiosincrasia del destino”.

Y ha llamado la atención sobre “el elevado porcentaje de hoteles independientes, por citar un ejemplo, que no tienen la capacidad de acometer esta tarea por sí solos, ampliándose así las diferencias con las grandes cadenas que sí pueden, y es ahí donde entra en juego el papel determinante del destino”.

3.- Mantener al sector activo, favoreciendo el networking

El destino tiene en sus manos el poder de convocatoria de las distintas partes implicadas en su proceso de comercialización, para favorecer que la información fluya bidireccionalmente desde los mercados emisores a las empresas locales, pasando por los turoperadores.

El reconocimiento de Benidorm como el primer destino inteligente del mundo es toda una declaración de intenciones en su estrategia turística.

De hecho diversos destinos han apostado por organizar workshops virtuales con el objetivo precisamente de poner en contacto a unos y otros para dinamizar la reactivación comercial, erigiéndose como líderes de su recuperación. Es el caso de Murcia, Benidorm, Granada o Almería, entre otros.

4.- Mantener el contacto permanente con los mercados emisores

En este ámbito Johansson ha incidido en que “son los turoperadores los que tienen la capacidad real de poner en marcha operativas interesantes, y el destino debe esmerarse en garantizar el contacto permanente con ellos, ya que otros países lo están haciendo, para evitar así perder cuota de mercado. A este respecto, Canarias y Mallorca son muy buenos referentes, dado que en todo momento su actitud ha sido muy proactiva”.

5.- Analizar las nuevas tendencias y el comportamiento del cliente

Es momento de reinventarse. Los datos juegan un papel fundamental para que el destino sea capaz de subsanar debilidades, de identificar nuevas oportunidades comerciales, de crear y ofrecer nuevos productos. De adecuarse, en definitiva, a las tendencias, costumbres y comportamientos del viajero poscoronavirus. Apostar por el big data en estos momentos es una apuesta ganadora.

6.- Seguridad, sostenibilidad e inteligencia turística

Seguridad, sostenibilidad e inteligencia son tres conceptos que proporcionarán al viajero esa confianza que tanto busca ahora. El destino se enfrenta un perfil de turista pesimista, desconcertado, sumido en la incertidumbre, al borde de la desesperanza. Por ello está obligado a combatir cada una de estas sensaciones con respuestas en forma de acciones concretas y aportando hechos.

Benidorm es un buen ejemplo de ello, reconocido como el primer destino turístico inteligente del mundo, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo en Benidorm, primer destino turístico inteligente con la Q de calidad. Toda una declaración de intenciones, según Johansson, “detrás de la cual se esconden objetivos como la mejora de la experiencia del turista, la calidad de vida de residente, el fortalecimiento de la competitividad como destino turístico, la sostenibilidad, la accesibilidad o la creación de un destino seguro, tanto para visitantes como para residentes”.

7.- Análisis de competitividad

El destino debe asumir que no está solo y cuanto antes lo haga, antes se dará cuenta de lo mucho que tiene que ganar con el análisis de sus destinos competidores. “El pasado nos ha enseñado que un turoperador es perfectamente capaz de reprogramar un destino de manera ágil. Por tanto es imprescindible mantener a la competencia vigilada y observar en detalle todo lo que hace”.

8.- Alineación con el sector empresarial

El destino es el destino y sus circunstancias. Aquellos organismos que alineen sus planes de acción con las necesidades, demandas y requerimientos del sector empresarial, saldrán antes de la crisis. No en vano la realidad del destino se debe a su tejido empresarial y viceversa. De ahí que Johansson haya destacado la importancia de compartir y ofrecer de manera constante información actualizada y de interés para el sector, posibilitando un mayor acierto en la toma de decisiones y, sobre todo, ir todos a una.

9.- Garantizar la sostenibilidad económica

Johansson ya ha mencionado la sostenibilidad medioambiental, pero también la económica, entendida como “la necesidad de favorecer la puesta en marcha de acciones que garanticen un mejor reparto, más equitativo, de los ingresos del destino. A ello contribuye también su desestacionalización, potenciando aspectos que favorezcan el tránsito de turistas y la consecuente generación de ingresos durante todo el año”.

10.- Trabajar en la diversificación

El destino debe evitar poner todos los huevos en la misma cesta, una recomendación que aplica tanto a los mercados como a los segmentos. Sin renunciar a los de siempre, pero prestando mucha atención a las nuevas tendencias: rural, natural, médico, cultural gastronómico, de bienestar, educativo, deportivo, etc.

En conclusión, y pese a la incertidumbre causada por esta crisis, los destinos tienen en sus manos la posibilidad de elaborar un plan sólido que ayude a asentar las bases de la recuperación. A través del estudio del viajero es posible satisfacer sus expectativas y deseos, sean cuales sean. Para ello habrá que crear, mantener y también, por qué no, desechar.

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