La solución es difícil a corto plazo, pero ya hay empresas demostrando que hay otra manera de hacer las cosas

La crisis de talento en el sector, resultado de una tormenta perfecta

La recuperación de la industria turística dependerá de su capacidad para resolverlo

Publicada 26/02/22 -Actualizada 25/03/22 02:05h
La crisis de talento en el sector, resultado de una tormenta perfecta

La crisis de talento que vive el sector no es más que el resultado de una tormenta perfecta, acuciada por la pandemia. Y es que la industria turística ya venía arrastrando algunos males endémicos, como unas condiciones laborales poco seductoras, una ya de por sí reducida valoración del talento y escasos incentivos. A todo ello se ha sumado ahora la pérdida de atractivo del sector por la incertidumbre y la dificultad para ponerle fecha a la recuperación. ¿Tiene solución? Difícil a corto plazo, pero ya hay empresas que están demostrando que hay otra manera de hacer las cosas.

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La falta de personal en el sector va a persistir en 2022, según ha advertido el Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC) en un informe realizado con Oxford Economics. Uno de los factores que ha disparado esta escasez de trabajadores, como en él se refleja, “ha sido que un buen número de empleados del turismo en ERTE se ha pasado a otros sectores o ha salido del mercado laboral durante la crisis”. Pero no es algo exclusivo de España, ya que también países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Italia y Portugal han tenido problemas a la hora de contratar personal en la industria turística.

De hecho asegura que “la recuperación del sector va a depender de su capacidad para resolver esta dificultad”. No en vano “en cuanto la demanda de viajes y de puestos de trabajo empiece a incrementarse, va a ser necesaria suficiente mano de obra para cubrir las vacantes disponibles y posibilitar esa vuelta a la normalidad”. Una vuelta a la normalidad que sólo en España va a dejar 16.000 empleos sin cubrir, con especial incidencia en los segmentos de alojamiento y restauración.

La clave reside en cómo puede competir el turismo con otros sectores en atraer talento entre las nuevas generaciones. Foto: Thomas Jäger, en Unsplash.

Esta escasez de mano de obra va a venir acompañada, según ha vaticinado José Ángel Preciados, CEO y director general de Ilunion Hotels, de “una ola de reclamaciones de los trabajadores exigiendo mejores condiciones, porque ya está ocurriendo en Europa”. Los profesionales, como ha explicado, “están cada vez más cualificados y tienen otros principios y prioridades: buscan trabajar mejor, estar más cómodos en sus puestos y valoran más su tiempo libre. Por ello las organizaciones van a tener que pagarles mejor, además de responder a sus principios y valores”.

De hecho las empresas turísticas ya están notando las consecuencias de esta situación ya que, según ha reconocido Preciados, han tenido “problemas en la recuperación a la actividad de los equipos que habían estado en ERTE porque algunos se habían buscado alternativas donde les pagaban mejor”.

Preciados aboga por “pagar a los profesionales lo que se merecen, para que contribuyan a reposicionar el sector mediante la incorporación de talento joven y fidelizarlo, otro de los problemas de esta industria”

Cambio cultural

Javier García Cuenca, presidente del ITH (Instituto Tecnológico Hotelero) ya avanzaba en el ITH Innovation Summit que el sector debía “afrontar un cambio cultural para hacerlo más atractivo y captar así más talento y mejor preparado”. Ese cambio de cultura ya lo está acometiendo una empresa como Paradores, después de un verano definido por su director de Operaciones, Carlos Martínez, como “muy complicado, precisamente por la falta de personal. En determinadas ubicaciones no hemos encontrado trabajadores, ni siquiera no cualificados”.

Y es que, como ha subrayado, “la sociedad está cambiando, pero para bien. Porque el modelo que teníamos hasta ahora de horarios interminables, sin poder disfrutar del tiempo libre, era insostenible en el tiempo. Y hay características de ese modelo que el junior no está dispuesto a asumir, porque entiende que los sacrificios que se le exigen no están recompensados”.

Por ello, ha añadido, “estamos preparando un plan para cambiar de manera profunda la manera de operar, reinventarnos para potenciar el atractivo de la marca y hacerle la vida más fácil a nuestro personal, porque no tenemos mucho margen económico. El objetivo se centra en cambiar la experiencia del cliente interno, ya que nuestras prioridades han cambiado y ahora todos valoramos mucho más nuestro tiempo libre”.

Empresas y empleados aprecian compartir valores comunes. Foto: Sasin Tipchai, en Unsplash.

En Soho Boutique Hotels, según ha detallado su fundador y CEO, Gonzalo Armenteros, han creado un departamento específico para facilitar la conciliación de la vida personal y laboral. En su opinión, “el factor económico es muy importante, pero también cuidarle y ofrecerle un plan de proyección interna en función de sus capacidades”.

Para ello se ha mostrado partidario de “potenciar la promoción interna e invertir más en la formación de personal con planes basados en la colaboración público-privada. El 90% de nuestros empleados ha crecido con nosotros, lo que refleja nuestro compromiso mutuo. No en vano son la base de nuestro negocio, porque somos un negocio de personas. Debemos trabajar en formación porque sin personal nos quedamos sin sector, encima en un país con tanto paro”.

Una crisis global

Sin embargo esta situación no sólo está produciéndose en España, como ha constatado el informe del WTTC, sino que está afectando a empresas del sector, grandes y pequeñas, de todo el mundo. Marriott International es un buen ejemplo de ello. La hotelera ha intentado paliar las 10.000 vacantes que ha llegado a tener, según ha admitido su consejero delegado, Anthony Capuano, potenciando el mensaje de que, “este es un segmento de la industria donde se pueden construir carreras increíbles”. Mientras vuelven a sembrar esa semilla, la cadena internacional ha optado por ofrecer incentivos y beneficios únicos para cubrir esos 10.000 puestos, algo que también se ha hecho en España.

No en vano el citado informe ha confirmado que el país más afectado por esta crisis de talento en el sector es sin duda Estados Unidos, donde en la última mitad de 2021 se han contabilizado 6,6 millones de vacantes, “con una escasez de mano de obra proyectada en 690.000, lo que equivale a uno de cada nueve puestos de trabajo sin cubrir, o un déficit del 11%”. Las perspectivas para 2022 “son sólo ligeramente más positivas”, ya que quedarán sin ocuparse unos 480.000 empleos directos.

La inflación, golpe de gracia

Por si no había suficientes factores negativos en el mercado que amenazasen la incipiente recuperación, la elevada inflación, en principio coyuntural, viene a sumarse a la crisis energética y de suministros que ya presionan los costes de las empresas del sector, aún muy debilitadas. Por ello ya se han alzado algunas voces, como la de Raúl González, CEO de Barceló Hotel Group para EMEA (Europa, Oriente Medio y África), pidiendo desvincular las subidas salariales del alza del IPC, que ha terminado 2021 en el 6,7%, el nivel más alto en casi tres décadas.

González no quiere que “la plantilla pierda poder adquisitivo, pero aplicar la subida del IPC puede convertir un problema en principio coyuntural en uno sostenido en el tiempo. Porque si suben los salarios en la misma proporción -no olvidemos que el coste de personal representa en torno al 50% de los costes de un hotel-, ese alza habrá que trasladarla al precio, entrando así en un círculo vicioso al traducirse en más inflación y, de nuevo, más subidas salariales”.

Por ello considera que “ya llegará el momento para ordenar la situación, pero evitando entrar en una espiral que no se sabe a dónde nos puede llevar. Tenemos que valorar pros y contras de posibles medidas al respecto en conversaciones con todas las partes implicadas”.

Espacio para el optimismo

A pesar de todo ello hay lugar para el optimismo en la capacidad de atracción de talento del sector ante las necesidades que se avecinan, viendo la explosión de la demanda en casi cualquier parte del mundo en cuanto se flexibilizan las medidas para poder volver a viajar. Esta tendencia permite intuir que en cuanto se consiga doblegar de una vez por todas al virus, la recuperación del sector será fulgurante y la demanda de capital humano más apremiante que nunca.

La información de referencia se encuentra disponible en los siguientes artículos:

- La escasez de personal amenaza la recuperación del sector en 2022

- Se avecina una ola de reclamaciones para mejorar las condiciones laborales

- García Cuenca: “El cambio de mentalidad es el gran reto del sector”

- La huida de talento y la falta de personal encienden las alarmas del sector

- La escasez de empleados golpea a la industria turística global

- Crisis energética y de suministros e inflación, tormenta perfecta para 2022

- El final de la pandemia reactivará el mercado laboral turístico

El levantamiento definitivo de las restricciones, unido a las nuevas formas de consumo, plantean un escenario repleto de oportunidades laborales, como prevén desde la Escuela de Negocios Turísticos FORST. Prueba de ello es que, según los datos facilitados por Lola Chamorro, responsable de Recursos Humanos y Marca del Empleador de Meliá Hotels International, la cadena lanza anualmente en torno a 13.000 procesos de selección para cubrir vacantes necesarias en todo el mundo.

Pero hay barreras que dificultan la adaptación entre oferta y demanda de empleos, como la falta de disponibilidad geográfica y de movilidad, o la necesidad de hablar varios idiomas. A ellas se suma ahora la importancia de compartir la visión y valores de la empresa, para que los mismos profesionales se sientan cómodos desarrollando su labor en un entorno cuyos principios y objetivos comparten, por ejemplo en sostenibilidad, un aspecto muy sensible en estos tiempos. Pero también porque es indispensable para la compañía sentir que todos sus colaboradores están alineados con sus fines.

Perfiles más demandados

Las áreas hoteleras que históricamente han demandado más talento, como alimentos y bebidas o pisos, conviven con la necesidad de atraer perfiles digitales, entrando en competencia con otros sectores, por lo que este segmento tiene que mostrar sus mejores armas para atraer a ese capital humano.

Ya este verano muchos hoteles han tenido dificultades para cubrir sus vacantes.

Un segmento que lleva años sumando profesionales ligados a las competencias tecnológicas: en las empresas ya hay matemáticos, analistas, programadores o expertos en big data. Pero tras la pandemia aumentarán contrataciones de profesionales a los que no está habituado, como los relacionados con la salud -nutricionistas que se preocuparán de todo lo que tenga que ver con la alimentación en el hotel, o psicólogos, como ya ocurre en los establecimientos de Ilunion-, pero también del ámbito medioambiental, como expertos en residuos y energías y licenciados en ciencias ambientales.

Lo que está claro es que, según coinciden todos los expertos, el sector va a tener que cambiar, porque con esta crisis se han cuestionado aspectos que antes ni se habían planteado, como la estabilidad de una industria que siempre ha sido el gran motor de la economía española pero que a lo mejor no es la más estable tras dos años en ERTE y con negocios que han dejado de existir.

El sector no está bien pagado y, aunque la brecha con otras industrias haya empezado a reducirse, aún hay mucho que mejorar. Pero también existe una oportunidad para competir en la atracción de talento con otros sectores, dado que el salario ha dejado de ser el criterio principal de elección. Las nuevas generaciones valoran más el proyecto que les ofrecen, lo que pueden llegar a ser dentro de la empresa, lo que pueden aprender. Y ahí las organizaciones turísticas tienen mucho que decir.

Este reportaje ha sido publicado en la revista HOSTELTUR de enero y puede descargarse como documento PDF a través del siguiente botón de enlace:

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