Casos prácticos analizados por IMF Business School

El big data, presente también en vacaciones: cinco aplicaciones prácticas

Aeropuertos 4.0, un minibar inteligente y ofertas de viajes geolocalizadas

Publicada 23/08/18 -Actualizada 20/09/18 02:00h
El big data, presente también en vacaciones: cinco aplicaciones prácticas
  • El big data permite a las empresas turísticas utilizar la enorme cantidad de información que los propios viajeros dejan en internet
  • Con el big data las empresas turísticas pueden mantener una relación más personalizada con sus huéspedes y conseguir así que repitan
  • Sin embargo el sector se enfrenta a la dificultad de encontrar perfiles especializados en estas áreas

El big data permite a las empresas turísticas utilizar la enorme cantidad de información que los propios viajeros han ido dejando en internet sobre sus gustos, hábitos y preferencias. Un rastro que puede ayudar al sector a personalizar sus servicios y adaptarse a la demanda. De hecho, ya hay muchas empresas que lo están llevando a cabo. En IMF Business School han analizado algunos casos prácticos de su uso en la industria turística.

Pulseras inteligentes

Estos dispositivos cuentan con un sistema de radiofrecuencia que permite abrir la habitación como si de una llave se tratase, almacenar los datos de las tarjetas de crédito o débito para realizar compras de una forma más rápida, o en parques temáticos como Disney ayuda para el control del pase rápido o para guardar las fotos que se hayan hecho. Además, disponen de sensores ocultos con información del usuario que los empleados del parque pueden leer, y de esta forma sorprender conociendo su nombre o con una felicitación si es su cumpleaños.

Ya en 2014 Google advertía que los smartphones eran el pasado y el futuro era de los wearables, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo. Definitivamente las pulseras inteligentes son la navaja suiza del siglo XXI para el turismo y así lo han comprendido empresas del sector como Palladium Hotel Group (‘PayPal entra en la tecnología wearable hotelera de la mano de Palladium’) o Royal Caribbean (‘Quantum of the Seas: la joya tecnológica de Royal Caribbean’), entre otras.

Oferta geolocalizada

Gracias al uso del big data las agencias y empresas turísticas pueden enviar al usuario ofertas y ventajas personalizadas basándose en su geolocalización, el PIB, el tráfico, el tiempo en su ciudad, historial de búsquedas, de reservas y gastos en escapadas, etc. Pero también se aplica para facilitar la labor de las camareras de pisos, ‘Geolocalización para mejorar satisfacción del cliente y ahorro de costes’, o para evitar colas en los aeropuertos, ‘Quioscos robot de check-in buscan las colas por todo el aeropuerto’.

Imagen El big data, presente también en vacaciones: cinco aplicaciones prácticas
El big data ayuda a las empresas del sector a personalizar sus servicios y adaptarse a la demanda.

Aeropuertos 4.0.

Los datos que proporcionan los viajeros e incluso su equipaje ayudan a las aerolíneas a planificar de forma eficaz los servicios y recursos a su disposición. Pero eso no es todo. Tanto la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas como la T1 de Barcelona El Prat se han sumado al big data con Seeking. Esta tecnología les permite conocer de forma totalmente anónima cómo se mueven los pasajeros por ambas terminales, si visitan el duty free e incluso si alquilan un coche o cogen un taxi. (‘El aeropuerto del futuro, sin colas pero con piscinas en azoteas y hologramas’).

Una bienvenida muy especial

Hay hoteles que realizan reuniones de equipo previas a la llegada de los nuevos huéspedes para conocer quiénes son, a través de la información pública de ellos en sus perfiles en redes o en la ficha de cliente si es repetidor (‘Tres curiosidades en las que ni siquiera habías pensado’). De esta forma el equipo le da la bienvenida de forma personalizada, saludándole por su nombre o dejando en la habitación sus bombones preferidos. ¿El objetivo? Que el cliente repita.

Cobro directo del minibar

Ya existen alojamientos en los que no es necesario pagar a la salida lo consumido en el minibar, sino que realizan el cargo directamente en la tarjeta utilizada para pagar la estancia (‘El big data son los padres’). El minibar cuenta con un registro de lo que tiene disponible y a través de sensores cobra el producto consumido tras un plazo de 60 segundos por si el cliente sólo quería echarle un vistazo.

A la búsqueda de experiencias personalizadas

Para Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, “los turistas hoy buscan experiencias diferentes y personalizadas. No quieren repetir cada vez que reserven en un hotel el tipo de almohada que utilizan o el tipo de cama que prefieren, y el uso del big data ayuda a los empresarios a mantener una relación mucho más personalizada con sus huéspedes, aumentando las posibilidades de que repitan”.

Desde IMF Business School son conscientes de la dificultad de las empresas para encontrar perfiles especializados en estas áreas. Por ese motivo se han unido con Indra para favorecer la formación en el sector y han puesto en marcha la primera edición de becas de estudio del 100% dentro de su Máster en Big Data y Business Analytics.

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