Un análisis de Esther Mascaró

Humor, confusión y el bucle del Brexit

El Reino Unido, frente a sí mismo

Publicada 17/11/18 -Actualizada 15/12/18 02:00h
Humor, confusión y el bucle del Brexit
  • ¿Sabe Theresa May lo que está haciendo? Hace un año los tuiteros británicos pensaban que no. ¿Habrán cambiado de opinión?
  • El embrollo político evidente no se ha trasladado de momento a las cifras turísticas, que se presentan positivas para 2019
  • Los hoteleros españoles están más preocupados por al resurgir de los competidores mediterráneos, aunque también hablan del Brexit

Hace algo más de un año, el diario El País recogía en su suplemento Verne una serie de tuits de británicos sobre el Brexit. Titulaba "Humor británico ante el Brexit, los tuiteros del Reino Unido hacen humor a su propia costa". Era marzo de 2017. 20 meses después la situación sigue igual de encallada, igual de incierta e igual de laberíntica para el gobierno de Theresa May... no me atrevería a decir que igual de humorística, aunque unas risas nunca vienen mal.

Uno de los tuits que abría la recopilación era este, como vemos, totalmente vigente en la actualidad...

Theresa May: 'I have no idea what I'm doing
Theresa May: "I have no idea what I'm doing".

Y es que los meses transcurridos no han servido ni para aclarar las ideas, ni para llegar a acuerdos viables, ni para que los posibles perjudicados por el Brexit puedan hacerse una idea clara de si realmente van a salir perjudicados y cuánto. El acuerdo "técnico" al que esta semana ha llegado Theresa May con Bruselas ha provocado una cascada de dimisiones en su propio gabinete, como contaba mi compañera Carmen Porras en Crece la incertidumbre sobre el Brexit, y aunque la primera ministra ha dejado claro que no piensa dimitir, está claro también que las dificultades internas y externas del acuerdo pueden acarrearle un gran coste político. ¿Cómo va a salir el atasco?

Viviendo en un bucle

Recodemos que la estrategia de convocar elecciones anticipadas no le salió muy bien a Theresa May en la primavera de 2017, cuando convocó generales dos años antes de la fecha prevista esperando obtener un claro apoyo electoral a su gestión frente a la UE, y en cambio, perdió la mayoría absoluta de los conservadores en junio, como publicamos en Theresa May pierde la mayoría absoluta en el Reino Unido. La convocatoria había sido justificada entonces por las dificultades para llevar a cabo el proceso de desconexión de la UE, con "unos laboristas amenazando con votar contra el acuerdo final que alcancemos" y unos "miembros no electos de la Cámara de los Lores que han prometido luchar contra nosotros a cada paso". May perdió la mayoría absoluta, lo cual no ha hecho que el camino hacia el Brexit haya sido más suave. Ni siquiera dentro de su propio partido y gabinete.

Antes del verano algunos analistas ya decían en voz alta que el Reino Unido tenía una puerta abierta para salir del laberinto: convocar elecciones generales, no ahora, sino más adelante, dentro del periodo transitorio (desde el 30 de marzo de 2019 hasta el 31 de diciembre de 2020) que se darán el Reino Unido y la UE cuando se haga efectiva la salida. Unas elecciones, otras, que esta vez sí podrían servir como plebiscito a favor o en contra del Brexit: ¿Hay alguna posibilidad de que el Brexit sea reversible? Sea como sea, todo esto se parece bastante a vivir en un bucle...

Bienvenidos al futuro, comentario del humorista británico David Baddiel, en Twitter, sobre los partidarios del Brexit.
Bienvenidos al futuro, comentario del humorista británico David Baddiel, en Twitter, sobre la campaña a favor del Brexit.

Confusión, confusión, confusión

La confusión está servida. Como destacaba mi compañero Xavier Canalis en La niebla en World Travel Market nos impide ver la realidad del turismo, el Brexit hace difícil que el sector turístico enfoque sus prioridades reales, diseñe estrategias para salir adelante y tenga previsiones fiables. Imagino que este desconcierto reinará también en los demás sectores de la economía, porque están todos pendientes del mismo hilo. El momento se llama confusión, y como decía Canalis, pérdida de perspectiva.

¿Cuántos turistas británicos podrían decidir no viajar a Europa tras el Brexit? Según un estudio de la propia WTM, podrían ser 20 millones... según un estudio de Euromonitor, cinco millones y en el peor escenario de un Brexit sin acuerdo. Cae el turismo británico, pero crece el gasto por turista (Turespaña publica las nuevas fichas ejecutivas de los mercados emisores), y en septiembre sube de nuevo el principal mercado para España (Las llegadas de turistas en septiembre retoman las subidas), los británicos están preocupados por la caída de la libra, por tener que hacer frente a visados (Más 20 millones de británicos podrían dejar de viajar a la UE por el Brexit) pero no están dispuestos a renunciar a viajar y Europa sigue siendo su destino favorito (Pulso al mercado británico para España ante la WTM), caen las staycations y suben los cruceros...

En fin, que la incertidumbre, la preocupación, el laberinto político parece no hacer mella de momento en el principal mercado turístico para España, y se mantiene sólido con cifras que indican una subida del 1% en las vacaciones al extranjero en 2018 y un 19% de incremento en las early bookings de cara a 2019, y con Europa como destino más deseado, según quedó claro en la segunda jornada de The Travel Convention 2018 de ABTA, que siguió desde Sevilla mi compañera Ángeles Vargas y nos explicó en Signos positivos sobre el emisor británico y Europa de cara a 2019.

¿Preocupados?

Me decía un amigo que los españoles están más preocupados por el Brexit que los británicos. No sé si será cierto, pero lo que hemos constatado en la WTM es que los hoteleros españoles están más preocupados por el resurgir de los competidores mediterráneos, especialmente Turquía, que por el Brexit... aunque desde luego tampoco lo pierden de vista. En una jornada celebrada en Palma sobre gestión de riesgos en el sector turístico, quedó claro hace unas semanas que aunque sí ha aumentado la sensación de que en Europa está creciendo el riesgo político, las causas no son el Brexit, sino más bien los populismos y el extremismo, como explicamos en Vulnerabilidades de las empresas hoteleras en un mundo conectado. De hecho, los expertos de Willis Towers Watson que participaron en el encuentro apenas prestaron atención al Brexit y les sorprendió que los hoteleros españoles estuvieran tan interesados en él.

Teniendo en cuenta que nadie es capaz de decir a ciencia cierta cómo terminará y en qué condiciones se hará finalmente, si se lleva a cabo, la desconexión del Reino Unido de la Unión Europea, quizá sí que le estemos dando demasiadas vueltas.

Después de todo, pienso, solo una cosa está clara:

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