Las grandes consultoras opinan

El impacto del alojamiento privado en el sector hotelero español

Publicada 06/09/19 -Actualizada 30/09/19 02:02h
El impacto del alojamiento privado en el sector hotelero español
  • “Siempre que la competencia sea legal, el alojamiento privado es un factor más del mercado que responde a un necesidad" señala Hallé
  • Mientras que el problema de una regulación adecuada persiste la lucha del sector hotelero también ha permitido aflorar lo ilegal
  • Los hoteles han ido incorporando a su oferta algunos aspectos que constituyen el secreto del éxito de las viviendas turísticas

La irrupción del alojamiento privado es vista hoy con una perspectiva más amplia que hace unos años. Los cambios que ha introducido en el comportamiento en el cliente y, como consecuencia, en la propia oferta hotelera son evidentes. Esta transformación ha sido analizada para HOSTELTUR por parte de consultoras especializadas.

Bruno Hallé, Partner y Co-Head de Hospitality de Cushman & Wakefield en España “en primer lugar, es importante afirmar que alojamiento privado no es un elemento negativo, siempre que cumpla con los requisitos legales. Durante los últimos cinco años hemos sufrido un exceso de alojamiento turístico ilegal y la falta de regulación ha generado problemas a todos los niveles, sociales y económicos”. Pero “si se lucha contra ese alojamiento ilegal, a partir de ahí hablamos del alojamiento privado como un player más que ofrece un producto diferencial que cuenta con una demanda real.

"Hemos visto como los hoteles han sido capaces de incrementar su ocupación en los últimos años a pesar de esta nueva oferta y, en algunos casos, aliándose con esta misma oferta y no viéndola como enemigos”, señalan desde Cushman & Wakefield en España

De alguna forma, concluye, “esta tipología de alojamiento privado también ayuda a plantearse cuál debe ser el futuro de la industria hotelera y la definición de su producto. El huésped cada vez exige experiencias más reales y los hoteles conocen esta necesidad”.

Analizar en vez de negar

Inmaculada Ranera, Directora General de Christie & Co en España y Portugal, “el alojamiento privado ha llegado para quedarse y las grandes marcas gestoras de la promoción y reservas de este tipo de alojamiento han aprovechado bien la tecnología disponible para hacerse un hueco en el mercado alojativo de forma muy rápida. La facilidad para los usuarios (tanto para quienes se alojan como para quienes ofrecen dicho alojamiento) las ha catapultado al éxito en muy poco tiempo”.

Su irrupción ha transformado la fisonomía alojativa de ciudades como Barcelona.

“Como todos los cambios relacionados con el uso de nuevas tecnologías disruptivas, la administración acostumbra a reaccionar tarde y mal en la mayoría de los casos. Los usuarios tampoco son conscientes de los efectos de su cambio de tendencia en los establecimiento alojativos tradicionales (hoteles), muy regulados y que deben competir con un nuevo actor poco regulado y, por tanto, con una carga impositiva menor a la que ellos soportan, de forma que la preferencia de muchos usuarios por estos alojamientos privados no tiene en cuenta los efectos de su decisión en el mercado laboral. Los hoteles, por otro lado, deben tener en cuenta los motivos por los que los usuarios eligen este tipo de establecimientos para poder adaptar su oferta y hacerla competitiva para atraerlos”, concluye Ranera.

En este sentido, Jorge Ruiz, director nacional de CBRE Hotels España, señala que el establecimiento definitivo de las viviendas turísticas y el alojamiento privado “ha impactado en la forma en que las cadenas hoteleras han enfocado alguno de los nuevos productos”, en el sentido de que los clientes de, por ejemplo, Airbnb, van buscando un alojamiento más flexible y que permita una experiencia más local.

Por su parte, Ángel García Butragueño, responsable de la división de Turismo y Ocio de Braintrust, apunta queel alojamiento privado ha influido, y va a seguir influyendo, en la transformación del sector hotelero de manera exponencial. Lo que comenzó siendo una tendencia promovida por las nuevas generaciones ha dejado de ser un servicio de uso exclusivo de los Millenials o una opción seleccionada únicamente por el precio. De hecho un 41% de los clientes premium optan por este tipo de alojamiento en alguno de sus viajes”.

Esta tendencia “ya es un hecho y una realidad, y ya no hay vuelta atrás.Una casa puede ofrecerte una experiencia en destino mucho más global que una habitación, y los clientes se han dado cuenta de ello, señala García Butragueño

De ahí, añade, "que el sector hotelero haya dejado de ofrecer únicamente habitaciones basadas en el precio, para ofrecer experiencias que van mucho más allá”.

Exigir legalización con coherencia

Para Miguel Vázquez, Managing Director Hotels de Colliers International, “este nuevo fenómeno ha generado un nuevo escenario de competencia para el que ni los operadores hoteleros ni la regulación estaban preparados”. Y añade que “la rápida evolución del producto ‘apartamentos turísticos’ de la mano de potentes plataformas como Airbnb, en un entorno de vacío regulatorio, supuso que ciudades como Barcelona asistieran a una avalancha de nuevos apartamentos”.

Tras ese primer boom, las normativas reguladoras municipales y autonómicas “deberán poner más coherencia y un marco de convivencia entre fórmulas de alojamiento tradicionales (hoteles, hostales, etc..) y apartamentos turísticos”, señalan desde Colliers

Ivar Yuste, partner de PHG Hotels & Resorts señala que hoy “internet permite ahora poner en valor cualquier espacio. Cualquier vivienda puede ser hoy en día competencia del sector hotelero”. En España, explica, “nos hemos encontrado con tres categorías de cadenas hoteleras. Las menos, se han unido a esta ola imparable creando su propia plataforma. Room Mate es un buen ejemplo. Un segundo grupo no ha hecho absolutamente nada al respecto y se ha limitado a poner todas las trabas posibles a este nuevo tipo de competencia con la excusa de querer regularlo. Sin duda la regulación es necesaria pero prohibir actividades económicas no es lícito en una economía de libre mercado. Un tercer grupo, muy importante, mientras criticaba la nueva competencia de los apartamentos turísticos, ha desarrollado su propia oferta de apartamentos turísticos de forma solapada, discreta y muy eficaz. Existen multitud de grupos hoteleros españoles que operan ya apartamentos turísticos pero no se atreven a hacerlo público”.

En nuestra opinión, concluye, “el primer grupo parece el más coherente y razonable. No podemos poner vallas al campo y la realidad se acabará imponiendo. El fin de los monopolios genera innovación y eventualmente beneficia a los huéspedes”.

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